El secretario general de Vox, Ignacio Garriga, ha refutado rotundamente las especulaciones acerca de una supuesta crisis interna en su partido tras la renuncia de Iván Espinosa de los Monteros. En una entrevista concedida a RNE, Garriga criticó directamente a los medios de comunicación por lo que llamó una campaña de “demonización y burda manipulación” en contra de Vox, en un aparente esfuerzo por “enterrar” a la formación política.
Durante la entrevista, Garriga hizo hincapié en que Vox se encuentra en su mejor momento desde su fundación y se considera más fuerte que nunca. Argumentó esta afirmación al destacar la presencia de Vox en gobiernos de coalición con el Partido Popular en cuatro comunidades autónomas: Extremadura, Comunidad Valenciana, Castilla y León y Aragón, así como en más de 100 municipios a nivel local. Además, Garriga subrayó que Vox ha logrado consolidarse como la tercera fuerza política en el panorama.
Garriga lamentó la supuesta campaña mediática que busca silenciar a Vox y señaló que el partido sigue manteniendo su fuerza a pesar de los intentos de desacreditación. Haciendo referencia a las acusaciones de que Iván Espinosa de los Monteros había abandonado el partido, Garriga aclaró que este sigue siendo un “activo crucial” y que su salida se debió únicamente a razones personales y familiares. Además, denunció la manipulación de sus palabras para fomentar teorías falsas acerca de una “ala dura” que supuestamente forzó su partida.
Frente a la presión mediática y las afirmaciones adversas, Garriga subrayó la resiliencia de Vox. Afirmó que el partido no cederá ante la demonización, estigmatización y marginación que enfrenta en el escenario político. Enfatizó que Vox se encuentra más fuerte que nunca y que está haciendo valer su influencia a través de su participación en los gobiernos autonómicos.
En relación con las negociaciones para investir a Alberto Núñez Feijóo como presidente, Garriga advirtió al Partido Popular que Junts no es un interlocutor válido. Manifestó que Vox no apoyará ninguna ecuación que involucre al separatismo y cuestionó cómo se puede validar a interlocutores que históricamente han socavado las finanzas del Estado y desafiado los principios constitucionales.
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