El manoseo político de RTVE debería ser un escándalo nacional
Por no extenderme mucho y que no sea inundación la de mi llanto, resumiré el asunto en 5 actos.
Acto 1: En 2018, Ciudadanos logra que el Presidente y los miembros del Consejo de RTVE que eligen los partidos salga de un concurso público. Los profesionales presentan sus méritos (esta debería ser la palabra clave en estos casos) y se les puntúa. Con las puntuaciones, se hace un ranking y los partidos deben elegir sólo entre los 20 primeros. En diciembre de 2020, PSOE y PP, de manera vergonzosa, rompen las reglas del juego y no eligen de entre los mejores, sino a los que le son más afines.
Acto 2: Lo primero que hace el PP cuando sale Ciudadanos de los gobiernos de Madrid y Andalucía es poner a directores afines en Telemadrid y Canal Sur. Sin ninguna vergüenza o reparo.
Acto 3: Pablo Iglesias y Carmen Calvo, hace sólo unos días, alardean en la SER sobre lo importante que es que los medios públicos se rijan por criterios ideológicos. Remarcan, para más INRI, lo importante que es tener periodistas de su cuerda y que los minutos de telediario no los marquen la actualidad, sino el % obtenido en las urnas.
Acto 4: Ayer, en un ambiente en el que se habla sin pudor de “reparto de los jueces” entre PP y PSOE, se presenta en el Congreso una iniciativa de Ciudadanos para garantizar una RTVE independiente y sin injerencias políticas. Resultado: PSOE, PP y Podemos votan en contra.
Acto 5: Guillermo Díaz, diputado de Ciudadanos, en su intervención, ante el voto en contra de PSOE, PP y Podemos, indica lo siguiente: “caeremos las veces que haga falta, nos levantaremos las veces que sea necesario, pero nunca venderemos nuestros principios”.
El que tiene oídos, que oiga.
¿Qué te ha parecido este artículo?
¿Has visto un error de redacción o tienes alguna sugerencia?
