Un experimento sobre “voto informado” en la Comunidad de Madrid

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¿Qué votaría la gente si tuviera sólo en cuenta los programas y las propuestas?

Las encuestas post-electorales de 2021 nos indican que un 68% de los electores se interesaron “poco o nada” sobre los programas y sólo un 25% reconoce que su decisión de voto estuvo influenciada por ellos. Es decir, que el panorama del “voto informado” es desolador y todavía se vota mucho por la afinidad (personal o ideológica) con el candidato o con el partido.

Con estos datos en la mano, hablé con mi amiga Marisol Varea, que participa en la Comunidad de Madrid en varios grupos de facebook de asociaciones, profesionales y autónomos y diseñamos un experimento para conocer el sentido del voto de las personas que participan en los mismos. Damos por hecho que que viven en un clima de discusión y debate político, lo que nos parece muy interesante.

Después de participar durante dos semanas en los grupos, tratando temas relacionados con los programas electorales de todos los partidos, se lanzó una pequeña encuesta. Sin ánimo de representatividad, decidimos tener en cuenta sólo las 100 primeras respuestas que llegaran. Además, incluimos algunas preguntas sobre afinidad personal con los candidatos, a modo de control (esperando que no hubiera afinidad con los candidatos, sino con sus propuestas).

Resultados y reflexiones

Justo ayer llegó la respuesta número 100 y ya podemos compartir las siguientes reflexiones:

Hemos contado con una participación muy similar de varones y mujeres (52% y 48% respectivamente), con edades mayoritariamente comprendidas entre los 36 y los 55 años (perfil típico de los usuarios de facebook). Viven en porcentajes similares en la capital o en otros municipios de la Comunidad de Madrid

Un tercio se animaría a salir de fiesta con Ayuso (sobre todo hombres de 46 a 55 años) pero, en general, a ningún candidato se le dejaría las llaves de la casa o se le compraría un coche usado. Como decimos, tenemos una muestra que no es tan afín a la persona o al partido.

La intención de voto de esta muestra tan peculiar, que se supone que votaría por programa, sería la siguiente:

27,6% Isabel Díaz Ayuso – PP

15,9% Alejandra Jacinto – Podemos

14,8% Aruca Gómez – Ciudadanos

12,7% Mónica García – Más Madrid

11,7% Otros partidos

8,5% Rocío Monasterio – VOX

8,5% Juan Lobato – PSOE

Con estos datos, podemos sacar tres grandes conclusiones:

1) PP y Más Madrid recibirían menos votos por sus programas que los que les dan las encuestas. En otras palabras, se podría decir que son sus candidatas las que tiran de su voto, más que sus propuestas.

2) Ciudadanos y Podemos recibirían más votos por sus programas que los que les dan las encuestas. En otras palabras, sus programas y propuestas conectarían mejor con los votantes si sólo se votara “con la cabeza”.

3) Por último, VOX y PSOE recibirían el menor porcentaje de “voto informado”, algo que puede estar explicado por la simplicidad y el populismo de muchas de sus propuestas.

Espero que este experimento haya resultado interesante y que nos lleve a pensar qué ocurriría si leyéramos los programas y votáramos más con la cabeza que con las entrañas.

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