Al menos 41 personas han muerto por la explosión que afectó el viernes a una mina de carbón de la provincia turca de Bartin, en el norte del país, según un nuevo balance de víctimas divulgado este sábado por el Gobierno.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha informado desde el lugar de los hechos, en Amasra, del rescate de un nuevo cadáver en las última horas y ha subrayado que ya se han abierto investigaciones para tratar de esclarecer lo ocurrido y determinar si hubo algún tipo de negligencia, según la agencia Anatolia.
Las autoridades no han desvelado aún posibles hipótesis de la explosión, que habría tenido su origen a uno 300 kilómetros de profundidad.
Numerosos gobiernos y líderes extranjeros han expresado sus condolencias a las autoridades y al pueblo turcos por la tragedia, entre ellos los presidentes de Ucrania y de Rusia, Volodimir Zelenki y Vladimir Putin, respectivamente.
Turquía sufre con cierta frecuencia graves accidentes en las minas de carbón y lignito
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, también se ha mostrado “apenado” por la “trágica perdida de vidas” derivada de este suceso y ha ofrecido sus condolencias a las familia de las víctimas.