Hace unas semanas, publicaba algunas claves para entender por qué Israel y Palestina estaban sumergidos en ofensivas y contraofensivas de forma permanente, pero sin llegar a declararse la guerra oficialmente. Este sábado, el grupo terrorista Hamás atacó varias ciudades de Israel, haciendo que el primer ministro del país, Benjamin Netanyahu, declarara la guerra.
Las Fuerzas Armadas de Israel informaron tras varios ataques que han retomado el control de las comunidades israelíes que sufrieron ataques en las proximidades de Gaza, pero el primer ministro Benjamin Netanyahu ha advertido que esta guerra será “larga y difícil”, insinuando que podría ingresar en una nueva fase.
El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, insistió en la determinación del país al afirmar: “He dado una orden: Gaza estará completamente sitiada. Estamos luchando contra bárbaros y responderemos en consecuencia”.
Un conflicto arraigado en la historia
Para entender por qué Israel y Hamás vuelven a estar en guerra, es esencial analizar el contexto histórico del conflicto entre israelíes y palestinos. Desde su independencia en 1948 y la subsiguiente guerra con Egipto, Siria, Jordania, Iraq y el Líbano, Israel ha estado en conflicto con gran parte del mundo árabe.
Tras el conflicto de 1949, los territorios destinados por un acuerdo de las Naciones Unidas para un Estado palestino quedaron bajo el control de Egipto (Gaza) y Jordania (Ribera Occidental). Israel se estableció en los territorios restantes.
Este desacuerdo llevó a una crisis de refugiados palestinos que persiste hasta hoy. En 1967, Israel atacó a Egipto, Jordania y Siria en la Guerra de los Seis Días, adquiriendo el control de Gaza, la Ribera Occidental, los Altos del Golán y la península de Sinaí.
A pesar de la firma de acuerdos de paz y retiradas parciales, el conflicto persistió. La situación se estancó en las décadas posteriores, marcada por la Intifada en 1987 y los acuerdos de Oslo en 1993. La retirada planificada de Israel de Gaza en 2005 resultó en la toma del poder por parte de Hamás y una escalada continua de violencia desde entonces.
El año 2023 ya estaba plagado de violencia antes del estallido de esta guerra. El número de muertes palestinas en la Ribera Occidental a manos de las fuerzas israelíes y los ataques de grupos islamistas palestinos había alcanzado niveles preocupantes.
Hamas justifica su ataque del sábado, denominado “Tormenta de al-Aqsa”, como una defensa del recinto de la mezquita al-Aqsa en Jerusalén, uno de los lugares más sagrados tanto para musulmanes como para judíos.
El aumento de tensiones en el lugar, controlado por un acuerdo de statu quo entre Israel y Jordania, ha resultado en enfrentamientos frecuentes entre palestinos e israelíes, exacerbados por operaciones policiales israelíes en al-Aqsa.
Además, los ataques palestinos contra colonos israelíes y la creciente influencia de grupos extremistas judíos han exacerbado las tensiones.
Jerusalén Oriental, donde se encuentra al-Aqsa, es un punto focal de conflicto, ya que los palestinos aspiran a que sea la capital de su futuro Estado, mientras que Israel considera a Jerusalén su capital histórica.
¿Qué es Hamás y por qué tiene influencia en Gaza?
Hamás, acrónimo de ‘Movimiento de Resistencia Islámica‘, es una organización palestina con una presencia significativa en la Franja de Gaza y la Ribera Occidental. Fue fundada en 1987 durante la Primera Intifada, el levantamiento palestino contra la ocupación israelí.
Hamás fue fundado por un grupo de líderes religiosos y militantes palestinos en un contexto de creciente descontento y frustración por la ocupación israelí en los territorios palestinos. Desde su creación, Hamás ha mantenido una postura ideológica islamista y ha sido considerado un grupo de resistencia contra la ocupación israelí.
En términos de objetivos, Hamás ha defendido la liberación de todos los territorios palestinos, incluida Jerusalén Oriental, que considera su capital. También ha buscado establecer un Estado palestino independiente en las tierras que considera ocupadas por Israel. Sin embargo, la ideología de Hamás es profundamente religiosa, y su objetivo final incluye la creación de un Estado islámico en Palestina.
A lo largo de su historia, la organización ha utilizado una variedad de métodos para lograr sus objetivos, incluyendo ataques suicidas, cohetes lanzados hacia Israel y actividades de resistencia. Esto ha llevado a que varios países y organizaciones, incluyendo a Estados Unidos y la Unión Europea, designen a Hamás como una organización terrorista.
Hamás ha tenido un papel importante en la gobernanza de la Franja de Gaza desde 2007, cuando tomó el control del territorio en un conflicto con el partido Fatah del presidente palestino Mahmoud Abbas. Desde entonces, Hamás ha establecido un gobierno en Gaza, aunque su autoridad es disputada por la comunidad internacional.
Hamas ha tenido relaciones complejas con diferentes actores internacionales. Ha recibido apoyo de países como Irán y Catar, mientras que ha estado enfrentado con Israel, Estados Unidos y sus aliados. La comunidad internacional ha intentado mediar en el conflicto israelí-palestino, a menudo considerando a Hamás como un actor clave en las conversaciones de paz.
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