María Teresa Campos ha fallecido a los 82 años en el día de hoy. Su partida marca el fin de una era en la televisión española y deja una huella imborrable en la historia de los medios de comunicación.
Conocida cariñosamente como “La Campos” por sus espectadores y colegas más cercanos, María Teresa Campos fue la pionera de una dinastía de presentadoras y profesionales de la televisión en España, con su hija Terelu Campos, su otra hija Carmen Borrego, y su nieta Alejandra Rubio siguiendo sus pasos en la industria.
Durante los últimos años, la salud de la periodista malagueña había experimentado diversos desafíos, incluyendo episodios de deterioro cognitivo. Su última aparición pública tras la pandemia evidenció su fragilidad, con dificultades para expresarse ante las preguntas de la prensa.
En mayo de 2017, María Teresa Campos sufrió una isquemia cerebral en el territorio vertebrobasilar, lo que marcó un punto de inflexión en su carrera. A pesar de ello, hasta hace poco tiempo, mostraba su disposición a regresar a la televisión con un nuevo formato en Mediaset, sin embargo, no obtuvo respuesta por parte de Paolo Vasile, quien en ese momento era el consejero delegado de la cadena y un amigo cercano.
La última incursión televisiva de María Teresa Campos tuvo lugar en 2021 durante la pandemia, presentando “La Campos móvil”, un innovador programa en el que entrevistaba a figuras destacadas mientras recorrían diversas ciudades en un autobús descubierto. A pesar de su entusiasmo, el programa tuvo que ser cancelado debido a bajos niveles de audiencia.
Uno de sus programas más exitosos fue “¡Qué tiempo tan feliz!”, un formato vespertino en Telecinco que combinaba entrevistas, testimonios, noticias del corazón y música en vivo. Este programa fue una de las grandes apuestas de María Teresa para la televisión, y lo llevó a cabo junto a Yusan Acha, director del programa, con quien mantenía una estrecha amistad.
Hace tres décadas, este formato fue una verdadera revolución al reunir a comentaristas de diversas tendencias para organizar debates en los que María Teresa Campos imponía su directriz, brindando una plataforma a tertulianos poco habituados a estar en el centro de atención de los platós y expresar opiniones sobre política, economía y eventos sociales.
El fuerte carácter de María Teresa, que en ocasiones mostraba públicamente, también jugó un papel en su carrera. Después de dejar el programa “Día a día”, tuvo una breve incursión en las mañanas de Antena 3 que no fue exitosa, lo que la llevó a calificar públicamente al ejecutivo de Mediaset que la relegó como “gilipollas”. Posteriormente, regresó a Telecinco para presentar el informativo matinal “La Mirada Crítica”.
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