De banderas y separatistas

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Nada nuevo en el separatismo. Hemos cerrado la semana con dos noticias que, sin duda, son vergonzante para los españoles. La primera – y ente mismo orden cronológico –, una diputada de Junts per Catalunya desprecia en el Parlamento nacional la bandera de España, y la segunda noticia es la “marcha” de varios diputados socialistas en prostíbulos.

Para centrarnos en la primera de estas noticias, que ambas dan para mucho hablar, el desprecio hacia un símbolo del Estado, que en este caso se trata de la bandera que representa a todos los españoles, es una falta de respeto. “Está demasiado cerca”, dijo Miriam Nogueras, la diputada de Junts que antes de iniciar su rueda de prensa decidió por su propio interés retirar la bandera y que no saliera en el plano.

Y es curioso que una diputada que cobra más de 100.000 euros al año de todos los españoles desprecie a algo que le paga el sueldo, aunque el mayor ejemplo de que el separatismo está interesado en seguir con España es Gabriel Rufián, sí, ese político que dijo al principio de la legislatura que estaría en el Congreso 18 meses, y parece que esos 18 meses se han extendido hasta el final de legislatura, aunque queden escasos meses para las próximas generales.

Pues resulta, que esos que odian a los españoles y sus símbolos e instituciones, son los que hoy marcan el rumbo del Gobierno de España, principalmente porque Sánchez necesita de su ayuda para seguir en su poltrona 4 años más e ir aprobando leyes y presupuestos, y por eso, no es de extrañar que Sánchez haya decidido mentir a todos los españoles – incluso a sus votantes – cuando dijo que no indultaría a los golpistas, que traería detenido a Puigdemont o que no pactaría con Bildu, quién lo diría, es todo lo contrario ahora, que solo le falta ponerle a Puigdemont el Falcon para que venga cómodamente.

La misma que hace unos días mostró su odio hacia el símbolo que representa la unión del pueblo español, es la misma que en el Congreso dijo que nuestro país es un “nido de corruptos, analfabetos y fascistas”. Lo de fascista lo dice porque no tiene otro discurso, igual que todo separatista, que llama “fascista”, “facha”, “franquista” e incluso en ocasiones “nazi” a quien no defiende la “causa catalana”.

Si esto mismo hubiera ocurrido en otros países, incluso de la Unión Europea, se consideraría “desprecio”, pudiendo llegar incluso a una multa, pero el consejo que puedo darle a esta diputada es simple: si no quiere que en sus ruedas de prensa aparezca la bandera de España o directamente quiere que se vea la catalana con la estrellita, puede hacer sus declaraciones desde el exterior del Congreso, así no hay bandera que ver.

“Me representa más esta (la de Europa)”, dijo Nogueras. Pues esa que tanto le representa, lo es porque España en su momento decidió unirse a la Unión Europea, pero vamos, curioso que tanto le represente cuando con la independencia no solo salen de España, también de la UE.

Y llegamos al mismo punto, si España tuviera un Gobierno decente, lo primero que haría es pedir a la presidencia del Congreso que se castigue a la parlamentaria por su desprecio. Y no hay que irse al tema moral, también al jurídico, porque la Ley 39/1981, por la que se regula el uso de la bandera de España y de otras banderas, que en su artículo tercero dice claramente que “la bandera de España deberá ondear en el exterior y ocupar el lugar preferente en el interior de todos los edificios y establecimientos de la Administración central, institucional, autonómica, provincial o insular y municipal del Estado”, y la previsión del sexto que dice que “cuando se utilice la bandera de España ocupará siempre lugar destacado, visible y de honor”.

Es decir, la legislación establece claramente la preeminencia de la bandera española, así como el lugar destacado que debe ocupar cuando esté junto a otras. La bandera rojigualda es un símbolo constitucional recogido en el artículo 4.1 de nuestra Carta Magna. Nuestros símbolos patrios no se pueden relacionar con ninguna ideología, pues son una representación del pueblo español y de la ciudadanía en su conjunto, por ello el hecho de desprestigiar y apartar la bandera relegándola a un segundo plano supone, entre otras cosas, un indiscutible ataque a la democracia.

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COLUMNISTA

Máster en periodismo internacional y en derecho constitucional. Desde mayo de 2022 ha cubierto la información de Ciudadanos y Vox en la sección política, también ha informado de los acontecimientos globales en la sección internacional. Conduce el podcast ‘Esfera Internacional’ de Diario de España. Actualmente escribe la columna 'El Ciudadano' cada domingo.

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