PASIÓN

1 minuto de lectura

El suplicio transitado

por el redentor y el vano,

¡el sin vivir!.

Tal es la subyugación

que aflora hasta la presión

la energía.

Desparramado el aliento

los actos se diluyen,

¡el escozor!

Todo a peor sin remedio

la culpa al empedrado.

¡La frustración!

Si la encaminas en acequia

tus ojos como ventanas,

¡observación!

Tu sangre dispuesta está

hasta óptima tu tensión,

¡evolución!

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