La familia vuelve a casa por Navidad. Con muchos deseos de encuentro en el caso de sus miembros a kilómetros de distancia, ha llegado el momento de compartir. Por otra parte, y como antesala, están los encuentros sociales con amigos y compañeros. Hay un factor social que envuelve a estas tradiciones, que se imponen desde hace años, y es qué hago, cómo me desenvuelvo y cómo sobrevivo al encuentro familiar y a la celebración “obligada” con compañeros a los que en muchos casos ni conozco.
El experto en comunicación social, expresión y lenguaje de la Fundación Casaverde, Julio García Gómez, ha creado un decálogo de autoayuda para salir airoso de la situación familiar o social que se nos presente en las fiestas de Navidad, Año Nuevo y Reyes y hasta disfrutar de ellas.
1. Elegir bien el sitio en la mesa, en la habitación o el salón de un restaurante o la barra de un bar, para compartir con el familiar o compañero. Es importante manejar una estrategia que me ayude a conocer más a los demás, y a la vez evitar situaciones desagradables. Dar su lugar a los niños y a los mayores para que se sientan bien en el grupo de adultos.
2. No hablar más de la cuenta para no aburrir. Medir bien las palabras y nunca querer ser el centro de la reunión. Pasar por ser uno más y ser discreto.
3. No contar chistes pasados de moda ni hablar de lo graciosos que podemos llegar a ser. Buscar temas originales de conversación y no caer en los tópicos.
4. Si nos toca al lado el “cuñao”, dejar para otro momento discusiones de familia. No es el lugar más adecuado para tratar estas cuestiones. En cualquier caso, si surge la oportunidad, quedar para otro día a tomar algo de manera distendida; no discutir con nadie y ser amable.
5. Procurar cruzar miradas y conversación con los de enfrente y los lados. Intentar repartir la vista y el diálogo para no focalizar nuestra atención excesivamente en determinados compañeros. No hablar muy alto ni interceptar las conversaciones.
6. No abrir diálogos de política ni de religión. Buscar temas de conversación ligeros que pueden centrarse en las aficiones de cada uno, viajes y alguna alusión a nuestra familia de manera muy general para buscar la cercanía con el compañero de mesa.
7. No desentonar con colores excesivamente vivos en la vestimenta o modelos extravagantes. No llamar la atención con lo que llevamos puesto, con la indumentaria, ni con el perfume o el maquillaje. Ir vestido de acuerdo a la situación, que podemos pactar previamente con los miembros de la familia o con los compañeros para ir todos al unísono.
8. Ser discreto en los comentarios sobre otros familiares y compañeros. No hablar mal del que ha faltado a la cita, que suele ser algo habitual. Todo debe ir en positivo.
9. No alargar la comida o cena más de la cuenta. Si hay grupos que quieren prolongar la velada, lo harán libremente, sin obligación de continuar el encuentro.
10. En las copas, no pasarse porque la bebida nos puede traicionar y mostrar nuestro lado más oscuro. No hacer fotos comprometidas en las redes y ¡disfrutar lo más posible!
Julio García Gómez, experto en comunicación social, expresión y lenguaje. Director de comunicación de la Fundación Economía y Salud y Fundación Casaverde. Autor del libro “Técnicas de Comunicación Eficaz”. Licenciado en Ciencias de la Información. Universidad Complutense.