Orgullo. Eso es lo que siento, por encima de todo, de pertenecer a la familia de Ciudadanos. Un partido político que está ofreciendo una auténtica lección de democracia al celebrar unas primarias para que el pueblo hable, para que sus afiliados elijan libremente sus próximos capitanes o capitanas del equipo. No todos los partidos, ni mucho menos, podrán decir lo mismo.
Me van a permitir que las próximas líneas sirvan para hablaros de las personas que han querido embarcarse en el proyecto que, humildemente, creo que Ciudadanos necesita para seguir dando la batalla en un panorama político tan polarizado. Son personas que aportan un valor único a un proyecto liberal como el nuestro. Lo haré en un único texto, sin números ni cargos, porque considero que todos y todas, desde nuestras habilidades y experiencia, contamos con la misma valía para sacar adelante un proyecto liberal y progresista. Porque somos un equipo.
Comienzo hablándoles de Santiago Saura, compañero con una formación envidiable que cuenta con un futuro en la política indiscutible, además de ser pieza fundamental del equipo de Begoña Villacís en el Ayuntamiento de Madrid. De Sara Giménez, absoluto referente en las políticas sociales a nivel nacional, guardiana de las minorías y colectivos vulnerables cuya historia de superación como mujer gitana aún me emociona. De Mari Carmen Martínez, alma y responsable directa del preciado buen ambiente de trabajo en el Congreso de los Diputados, emprendedora y currante sin miedo a nada, valores que se colocan aún por encima de su categoría profesional como sumiller. De María José Calderón, valiente extremeña y conquistadora de personalidades que no se arruga a la hora de arbitrar un partido de fútbol masculino ni renuncia a una buena pachanga de fútbol-sala. De Julia Barea, luchadora de nuestros valores y el constitucionalismo en Cataluña, quizá
donde más necesario resulte. De Salva Tovar, otro gladiador de firmes ideales en cada rincón de Barcelona. De Miguel Gutiérrez, sabio y guía que nos aporta la luz necesaria junto a aquellos bravos madrileños que se lanzaron a construir las bases de Cs en la capital de España. De Mª Ángeles Rosado, mujer del campo y valedora de los principios rurales tan notables en una sociedad a veces demasiado alocada y superficial. De Miguel Ángel González, faro en la ancha Castilla y conocedor del último detalle de cada agrupación.
Les hablo también de Miguel Ángel Aumesquet, noble andaluz con el reto de mantener la voz liberal en nuestra Sevilla. De Natcha Ruvira, mujer emprendedora e innovadora con prometedor futuro profesional. De David Bertán, tan joven como íntegro en sus principios que ofrece un soplo de aire fresco a esto de la política. De José Mª Ánton, una palabra suya bastará para sanarnos. De Concha Chapa, no voy a olvidar este paso valeroso de una mujer tan extraordinaria. De Javier Herrero, más savia nueva desde el corazón castellano. De Gema Santoyo, diamante en bruto del Mediterráneo para hacernos aún mejores. De Juan Carlos Bermejo, un batallador con la entrega y el compromiso con Cs por bandera. De María Duarte, parte de ese club de jóvenes a los que admiro por su defensa con uñas y dientes de un país unido frente al nacionalismo. De José Francisco Montserrat, la inteligencia al servicio de la política cuando más se le requiere. De David Valle, mente brillante desde uno de mis lugares favoritos, la embaucadora Alcalá de Henares. De Cecilia López, el esfuerzo, la dedicación y el conocimiento en persona. De Miguel Díaz, ejemplo de juventud preparada con todas las ganas del mundo para mejorar este país. De Elvira Marcos, experiencia y valores de centro político en el corazón de Madrid. De Álvaro Mata, otra joven demostración de todo lo que puede aportar la sociedad civil a un proyecto liberal. De José Ignacio Broto, trabajador nato y convencido de reilusionarnos con este proyecto. De Noemí Martín, ejemplo del futuro que necesitamos donde este partido afloró. De Paqui Pérez, baluarte de nuestros principios liberales en la Región de Murcia. De Mylai Lima González, espíritu venezolano y español al norte de la Comunidad de Madrid.
De Daniel Sánchez Puerto, aire fresco jienense en la tierra donde volveremos a gobernar. De Isabel Soto, talento y honradez jerezana desde la sociedad civil. De Hugo Maldonado, liberal a pleno pulmón e ilusión en la mirada. De José Manuel Salazar, otro luchador intalterable por el centro político y el liberalismo para nuestro país. De Eva Eladi, mujer incansable a pie de calle en el lugar donde seremos grandes de nuevo. De Víctor Gómez Frías, cerebro elemental para el nuevo Ciudadanos. De Irene Tarragó, sólidos principios para regenerar nuestro proyecto y nuestro país. De José Antonio Bartolomé, experiencia y capacidad de gestión vitales para Ciudadanos. De Mercè Escofet, dinamismo y saber sumar en esta renovación. De Pedro Cintero, el compromiso y la igualdad por bandera. De Rosa Granados, más talento y buen hacer para seguir creciendo. De José Mendivil, formación y versatilidad para los equipos de trabajo. De Ana Garcia Grimau, bastión del madrileño barrio de Hortaleza que reconquistaremos. De Koldo Blanco, libre como el mar y voz de la experiencia. De Jesús de la Cruz, la energía y el razonamiento que nos anima a seguir adelante. De Liliana Pérez Pazo, valor seguro de buen gobierno en el ayuntamiento madrileño. De Johanna Paoly Márquez, el derecho a ser libre. De Borja Soto, la educación y la plena inclusión en las mejores manos. Y de Juan Ignacio López-Bas, inmenso por dentro y por fuera, broche de oro oriolano.
Ya lo han visto. Un equipo de verdadero municipalismo, personas que pisan la realidad de la calle día a día y que no se resignan a que Ciudadanos se desvanezca. Afiliados de base, nuestra auténtica razón de ser para mantenernos en el frente. Una plantilla de auténticos liberales convencidos de la autonomía absoluta de Ciudadanos, muy lejos de actuar como una comparsa para unos u otros partidos políticos. Hay más nombres, muchos más, a los que agradezco desde aquí cada minuto de su tiempo para esta misión. Un encargo histórico, el de volver a sentir que hemos logrado ser ‘Ciudadanos de nuevo’.