Sanchos, Quijotes… O los dos.
Ciudadanos nació como un partido de Quijotes, para frenar al separatismo en Cataluña. Con ese mismo espíritu quijotesco, se dio el salto a la política nacional y se levantó un proyecto realmente ilusionante. Entre mis quijotadas favoritas están las de no entrar en gobiernos en 2015, ganar las elecciones en Cataluña o las valientes propuestas de reformas en el sistema educativo, por poner algunos ejemplos.
En 2019, las dinámicas parlamentarias y el juego de la política nos convirtieron en Sanchos. Tocó asumir con realismo algunas coaliciones de gobierno y llegó el momento de ser más pragmáticos. Luego llegó la pandemia y Murcia, Madrid, Castilla y León y Andalucía.
En Murcia, ser Quijotes no salió bien, en Madrid pretendimos ser los Sanchos de Ayuso y quedamos fuera, Igea se presentó como Quijote contra los molinos y se mantuvo representación y en Andalucía, aspirando a ser los Sanchos de Juanma, volvimos a quedar fuera.
Como esta columna habla de dudas, aquí dudo también. No está claro si nos va mejor siendo arriesgados y valientes o siendo pragmáticos y realistas. Por eso, creo que la respuesta puede venir por intentar ser los dos, dependiendo del tema. Me explico.
En cuanto a renovación de programa y marca, sin duda debemos seguir siendo Quijotes. Idealistas y reformistas con convicción, sin miedo, incluso de nadar contracorriente en temas como las pensiones o la energía nuclear. Valientes.
En cuanto a la organización interna, sin duda debemos ser realistas, prácticos y pragmáticos, más bien Sanchos. Hay mucha faena y hay que hacerla bien. Eficientes.
En cuanto a los tiempos, creo que también toca ser Sanchos. En un par de días, en un par de semanas, e incluso en un par de meses creo que no es realista pensar que se van a hacer las reformas de calado que se necesitan. Los plazos que ha compartido Arrimadas creo que, aunque suenen lejanos, son los más prácticos y los que pueden llevar a los mejores resultados.
Por último, no olvidar que Don Quijote y Sancho Panza hacen un gran equipo. No están de acuerdo en todo, pero viven sus aventuras juntos. Buena lección para afrontar los debates que vienen.