Cómo diferenciarse de PP, PSOE, Podemos y Vox
Dice el documento del partido:
Los hechos son independientes de las opiniones y de las ideologías. Todo el mundo tiene derecho a vivir como quiera y pensar lo que quiera; pero nadie tiene derecho a que le den la razón.
Orwel, en 1984, ya hablaba del Ministerio de la Verdad, que se encargaría de los medios de comunicación, el entretenimiento, las bellas artes y los libros. Su función principal era reescribir los hechos para que se acomodaran a la ideología del partido, ya que no había posibilidad de cambiar de opinión o de reconocer algún error.
Qué triste que esta historia de ficción ahora no lo parezca tanto y que, como el propio Orwell indicaba: “en una época de engaño universal, decir la verdad es un acto revolucionario”. Me gusta que esta sea la posición del partido.
El bipartidismo y el populismo hace tiempo que se han olvidado de ofrecer argumentos en los debates de políticas públicas. Los responsables públicos, a la hora de anunciar reformas o medidas, me recuerdan mucho a los chamanes o gurús: “la realidad es esta; creedme, haced lo que yo os diga y os irá muy bien“.
Ahora lo vemos con la crisis energética. No se da una información clara y se decretan medidas pintorescas.
Sería mucho más fácil decir algo así como: ciudadanos y ciudadanas, si no ahorramos un 15% de energía, en invierno pasará esto, esto y esto. Para evitarlo, los expertos nos recomiendan esto, esto y esto, por estas razones. Pero claro, eso parece que es mucho pedir.
Con el tema de las pensiones ocurre igual. Cuando escucho al ministro decir que ha estado mirando los datos en Excel (no en Stata, R o programas mucho más potentes y profesionales), me pongo a temblar. Cuando los datos no son claros y las medidas parecen sacadas de la chistera, pues ya ni te cuento.
En la memoria histórica, no sólo hay pocas lecturas por parte de los políticos que pretenden dictarla sino que, además, Podemos y Vox disfrutan sentando cátedra, cada uno desde su trinchera.
La lista de ejemplos sería larga, pero la conclusión, para mí, es clara: la verdad no se encuentra entre los principios de actuación de PP, PSOE, Podemos o Vox y así lo demuestran sus actos. Así que, aunque sea con una definición escueta, bienvenida a este proceso de refundación.
