El Rey ha dejado en España en muy bien lugar. Este domingo, el Rey de España, Felipe VI, ha acudido al acto de nombramiento del nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro, en la que el jefe del Estado español no acude precisamente por su “amistad” -que no la hay-, sino por la diplomacia y las relaciones diplomáticas de Colombia con España y a la inversa.
Y es que para los de Podemos y los independentistas, el hecho de que el Rey no se levantar cuando la espada de Bolívar llegó a la plaza, supone que el “Rey deja a España en mal lugar”. La pregunta que muchos nos hacemos es, ¿qué lecciones pretenden dar cuando no creen en España?
En este caso, se trata de Carles Puigdemont (alias El Fugado), Pablo Iglesias (alias el Comunista Pablo) y Juan Carlos Monedero (sin alias –que yo sepa-, pero sí investigado por blanqueo de capitales). Igual podrían haber asistido ellos, aunque sin representar a España y a los españoles (claramente).
Y es que, esa espada es como un mito en la tarima de la posesión. Fue custodiada por un par de soldados. El M-19, el grupo de guerrilleros al que Petro perteneció, empezó su balada revolucionada para robarla al ejército nacional, aunque posteriormente pasó de mano en mano, desde el poeta León de Greiff al poeta Luis Vidales, pasando por los comandantes encapuchados, hasta que los pactos de paz de finales de los ochenta convencieron a la guerrilla de que había que devolverla.
“La espada de Bolívar representa la soberanía de Latinoamérica. El rey Felipe VI ha sido el único jefe de Estado que ha permanecido sentado a su paso en la toma de posesión del nuevo Presidente de Colombia. Una falta de respeto grave que requiere disculpas de parte de nuestro país”, dicen en la cuenta oficial de Unidas Podemos de Twitter, aunque igual podrían empezar a hablar de todas esas acciones que el Gobierno está haciendo y que sí dejan a España en un mal lugar, como el pactar con un partido defensor del terrorismo y de los asesinos y criminales, que mataron a cientos de guardias civiles, políticos, ciudadanos y niños.
El jefe del Estado no tiene que levantarse ante una espada utilizada para mofarse de España, tal y como hizo Pedro Castillo, un presidente que sinceramente, no quiero recordar ni las palabras ni el país al que presuntamente “representa”.
Bolívar siempre será un traidor a la patria, aristócrata y esclavista que negoció con el enemigo inglés para sus propios intereses, aunque encaja en la descripción generalizada de los miembros de Unidas Podemos, siempre anteponen su ideología a sus votantes o a los propios ciudadanos.
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