Anoche se celebró el cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, los candidatos del PSOE y del PP, respectivamente, a la presidencia del Gobierno. El debate, organizado por Atresmedia (Antena 3 y la Sexta), fue el único previsto antes de las elecciones generales del 23 de julio de 2023 entre dos candidatos. Sin embargo, faltaban candidatos. Y no solo uno o dos, sino al menos cuatro.
¿Por qué solo se invitó a los representantes de los dos partidos que han gobernado España desde la Transición? ¿Qué pasa con los otros partidos que también tienen representación parlamentaria y aspiran a tenerla de nuevo? ¿Qué pasa con Yolanda Díaz, la candidata de Sumar, la coalición de izquierdas que aglutina a Unidas Podemos, Más País y otras fuerzas? ¿Qué pasa con Santiago Abascal, el líder de Vox, el partido que irrumpió con fuerza en las anteriores elecciones y que sigue siendo la tercera fuerza política en intención de voto?
Los españoles merecen conocer lo que proponen realmente los partidos que se presentan a las elecciones. No basta con escuchar las promesas y los reproches de los dos candidatos más mediáticos. No basta con ver un duelo entre el bipartidismo y el nacionalismo gallego, que es lo que representan Sánchez y Feijóo. No basta con ignorar las voces de otros sectores sociales y políticos que también tienen algo que decir y que ofrecer.
Tanto Sumar como Vox se juegan el tercer puesto en estas elecciones. Ambos partidos tienen propuestas muy diferentes entre sí y muy distintas a las del PSOE y del PP. Ambos partidos tienen un electorado fiel y movilizado, pero también un gran rechazo por parte de otros sectores. Ambos partidos deberían haber estado en el debate para que fuera realmente un debate serio, plural y democrático.
Faltaban candidatos anoche en Atresmedia. Faltaba democracia. Faltaba respeto a los ciudadanos.