Hoy estuve reflexionando sobre los lazos de la amistad por encima de los lazos partidistas e ideológicos, a raíz de un comentario en Twitter de mi querida amiga Carla. Siempre he pensado que los lazos de amistad deben estar por encima de los lazos de unión por un partido o una ideología. Cuando la política acaba con la amistad, entonces es que nuestra sociedad está enferma y nuestra escala de valores se basa en una cámara de eco ideológica que solo sirve para repetir nuestras cosmovisiones sin aprender de nuestros semejantes.
Si hay algo que ha caracterizado a la visión liberal es el respeto a la libertad individual, para que cada persona decida su propio destino sin que por ello se convierta en mi enemigo o se pierda su amistad por motivos de qué «dirán» o porque esa persona no comparte mi militancia. Quien reduce la amistad a su ámbito político e ideológico es porque no tiene amigos, porque un amigo no tiene que pensar como tú en exclusiva, debe ser una complementación a tu propia visión e incluso ser totalmente diferente, pero los lazos de amistad se mantienen intactos porque hay una confianza que ni la ideología ni los partidos pueden quebrar.
La manera de consolidar una amistad es aceptando los errores y las virtudes de tus amigos, aprendiendo mutuamente y haciéndose mejores personas. Un amigo jamás te abandonará en función de si milita en X o Z, podrá debatir contigo y discutir contigo, pero respetará tu punto de vista e intentará enriquecerlo, y uno aceptará o no ese enriquecimiento sin problemas.
La sinceridad sobre uno mismo es también la base de esa relación sana de amistad. La reflexión y decir lo que piensa son básicos. Y esto me lleva a una reflexión: Ciudadanos en Cataluña ganó las elecciones con una idea básica, que nadie debe abandonar a su familia o amigos solo porque sea nacionalista o constitucionalista. Los lazos de amistad y familiares son la base de una comunidad social sana, y esa idea era propuesta por Ciudadanos, una idea que desde los ambientes nacionalistas se combatía con lo contrario. Por eso Ciudadanos venció, entre otras cosas, por una idea básica que caló en el imaginario popular, el «Mejor Unido».
Como dijo Aragorn en El Retorno del Rey, «Pudiera llegar el día en que el valor de los hombres decayera, en que olvidáramos a nuestros compañeros y se rompieran los lazos de nuestra comunidad. Pero hoy no es ese día. En que una hora de lobos y escudos rotos rubricaran la consumación de la edad de los hombres. ¡¡Pero hoy no es ese día!!» El valor de nuestra comunidad es el valor de nuestra amistad por encima de las ideologías y partidos. Podría llegar el día en que esos lazos se rompieran y nuestra comunidad se rompiera, pero hoy no es ese día. La amistad debe estar por encima de las ideologías y los partidos.