La pasada semana se celebró el Día Internacional de la Lengua Materna, que fue creado el año 1999, por la UNESCO, con el objetivo de promover la diversidad lingüística y cultural y el multilingüismo. Se busca que en los primeros años de vida del niño, éste pueda ser escolarizado en su lengua materna o primera lengua, porque es la lengua que domina mejor y conforme avanza en años se pueda ir incorporando otras lenguas. Esto “permite a los alumnos cuya lengua materna es diferente de la lengua de instrucción salvar la distancia entre el hogar y la escuela, descubrir el entorno escolar en una lengua familiar y, de este modo, aprender mejor”.
Lo ideal es que los niños puedan estudiar en su lengua materna, pero en Cataluña, una Comunidad Autónoma donde existen 3 lenguas oficiales: el español, el catalán y el aranés. El Gobierno catalán creó y aprobó la Ley 8/22, del 9 de junio, por los partidos de ERC, PSC, JxCat y los Comunes, que reconocen a la lengua catalana como la única vehicular y de aprendizaje (desde los 0 años, lenguaje de signos y a los que vengan de fuera) y a la lengua española como lengua de enseñanza, uso curricular y educativo y la lengua aranesa como lengua de aprendizaje, uso curricular y educativo, dejando a ambas lenguas en desventaja y en contra de lo que establece la Constitución Española (CE). Y el Decreto Ley 6/22, aprobado por ERC, JxCat y los Comunes, que no fija un porcentaje de enseñanza del español y catalán.
Todo con el objetivo de blindar a la lengua catalana y no cumplir con la aplicación de la sentencia firme del 25% ratificada por el Tribunal Supremo y que debió aplicar el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), pero que no pudo realizarlo debido a que el Gobierno catalán cambio la normativa lingüística, y viendo que ambos acuerdos contenían vicios de inconstitucionalidad, decidió enviarlo al Tribunal Constitucional (TC), para que lo revisen y decidan sobre su constitucionalidad o no.
De esta manera se niega a la población castellanoparlante a ser educada también en la lengua oficial del Estado y de Cataluña que lo especifican tanto el artículo 3 de la Constitución Española (CE), que dice: “El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla” y del Estatuto de Cataluña en su artículo 6, que reconoce el derecho a conocer y utilizar las dos lenguas oficiales en Cataluña en igualdad de condiciones.
Mientras se está a la espera de ese resultado, ellos han continuado con su labor de imposición lingüística, colocando “comisarios lingüísticos” en los centros educativos para que vigilen a alumnos y profesores en qué lengua se expresan tanto dentro del aula, como fuera de ella en: el patio de recreo, el comedor, los pasillos, etc.
Por otro lado, a finales del mes de enero, el Gobierno de ERC y el PSC firmaron los Presupuestos de Cataluña 2023, donde se destinaron 59 millones de euros, para la promoción de la lengua catalana, de ahí se subvencionan a entidades que se encargan de esa labor, ya sean en: Cataluña, Valencia, Baleares y Francia. También se destinarán 336 millones de euros para los medios de difusión de TV3 y Catalunya Radio.
Igualmente, se asignarán 4 millones de euros, para la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), para el lanzamiento de una convocatoria para la presentación de proyectos de medios audiovisuales para su canal SX3, destinado a las familias y a los niños de 0 a 14 años. Los valores que deberán seguir son: la innovación, la originalidad, la interacción, la diversidad, la representación territorial y el impulso de la lengua catalana. Y la temática debe versar sobre: educación sexual, emocional, conocimientos básicos de salud o del cuerpo, la sostenibilidad, la cultura digital, el deporte y la historia de Cataluña. Todo con el dinero de los impuestos de todos los catalanes.
Sus intentos de controlarlo todo va en aumento, así lo demuestra en una encuesta anónima enviada a los docentes de un colegio de Cataluña, no se conforman con controlar dentro del centro educativo, sino que también quieren saber en qué lengua los docentes se comunican fuera de ella, ya sea en su hogar, las compras, en la calle, sus amistades, Apps que utilizan en sus móviles, etc.
Por otra parte, el Ayuntamiento de Barcelona, el día 22 de enero, aprobó un proyecto lingüístico con 68 medidas para fomentar el uso de la lengua catalana en los próximos cuatro años de legislatura, a implantarse después de las elecciones municipales de mayo. Destinado a los jóvenes para que usen esta lengua en todos los ámbitos como: la educación, los deportes, la economía, la cultura, científico y universitario, la juventud, el ocio, crear el día de la lengua catalana, etc. Así mismo, se impulsa una campaña de divulgación de la lengua catalana llamado “El teu català suma”, para la ciudadanía desde el pasado 23 de febrero hasta el próximo 3 de abril.
También, la entidad Òmnium Cultural, desarrolla una guía para promover el activismo lingüístico en la casa, el colegio y fuera de ella, para ser realizado en los “países catalanes”, dirigido de forma especial al sector infantil y juvenil y los nuevos hablantes extranjeros llegados a Cataluña. Según ésta entidad independentista “hablar catalán es un signo de empoderamiento, de integración, arraigo y cohesión social”, “hablar catalán te identifica como un miembros más de la sociedad catalana”, “el catalán es necesario en una sociedad altamente competitiva para estudiar, trabajar y para participar en la vida pública”, etc.
Por último, si pensábamos que ya es bastante, tenemos una asociación llamada La Flama (La Llama), que impulsa una escuela para que los niños crezcan sanos en catalán y sin castellano. Según ellos, la respuesta dada por el gobierno catalán a través de la escuela pública y concertada, no responden a sus expectativas, y quieren crear cooperativas de escuelas en Cataluña, de tipo privado, donde “todo sea en catalán”, tanto dentro como fuera, para que sus niños crezcan sanos y felices, sin la amenaza e influencia de la lengua española. Se inspiran en las ikastolas vascas y en La Bressola, que son escuelas catalanas en Perpiñán-Francia, que promueven la educación en catalán.
En conclusión, vemos que en Cataluña, no se respetan los derechos lingüísticos de más de la mitad de la población castellanoparlante, no se cumple lo que marca la CE en sus artículos 3, 14 y 139 y se crean leyes a conveniencia y se impone a los que no piensan igual que ellos
El objetivo de las diferentes iniciativas del impulso de la lengua catalana responde a un plan bien organizado y planificado, desde el Gobierno catalán (Pacto Nacional por la Lengua) en coordinación con otros organismos oficiales y las diversas entidades afines subvencionadas, con el fin de “exterminar el idioma español y sustituirlo por el cultivo del monolingüismo en catalán”. Se usa la lengua catalana como herramienta ideológica de dominación contra la lengua española, y todo lo español en Cataluña.
Todos usan el argumento de que el catalán se encuentra en peligro de desaparecer o que ha disminuido su uso en los centros educativos o que la juventud lo usa cada vez menos, entonces para hacer frente crean todo tipo de actividades, en todos los ámbitos de la vida y no respetan los derechos de más de la mitad que no tienen el catalán como lengua materna, solo piensan en ellos, sin importar el resto y la realidad es que Cataluña es una sociedad multicultural, multilingüe, multirracial, que por más que insistan y quieran obligar a un uso mayor, la realidad se impone.
Nuestros niños, jóvenes y todos en general, vivimos en un mundo globalizado donde nos podemos mover por el mundo y necesitamos saber cuantas más lenguas mejor porque más puertas se abrirán.
De 0-6 años, no se da nada de español, de 6-12 años se dan 2 horas y de 12-16 años se dan 3 horas de Lengua y Literatura Española.
De un horario escolar de 25 horas, 19 horas se dan en catalán (76%), 3 en español (12%) y 3 en inglés (12%), cómo se puede decir que al finalizar la educación obligatoria, los alumnos podrán salir igual de preparados en el conocimiento de la lengua española y catalana. Sin olvidar el comprobado fracaso escolar que comporta la inmersión lingüística solo en catalán en los alumnos castellanoparlantes en Cataluña.
No se puede vivir en un gueto, hay otros idiomas más allá del catalán, cada una se utiliza en el lugar adecuado de acuerdo a las necesidades, con respeto y sin maltratar a las otras lenguas. Las diferentes lenguas son herramientas para comunicarnos y realizar diversas actividades, pero no deben ser utilizadas como herramienta de dominación y exclusión. Hay tantos problemas en el día a día que no se puede estar siempre con el mismo disco…
Todos somos culpables por permitir su avance, incluidos los diferentes gobiernos que han pactado para poder gobernar, pero a cambio han ido cediendo poco apoco a sus objetivos de ir construyendo un “país catalán”.