El escenario electoral es asqueroso. 4 grandes formaciones políticas atrincheradas en la izquierda y en la derecha más polarizadas se presentan con un único punto en su programa electoral, “que no salgan los de otra trinchera”.
El próximo 23 de julio estamos llamados todos los españoles a las urnas, de nuevo en menos de 60 días. Y muchos andamos huérfanos políticamente hablando, sin partido al que votar.
El pasado 29 de mayo, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, convocaba elecciones generales para el próximo domingo. A muchos les pilló de sorpresa. A mi no y así lo advertí en el mes de enero. Sea como fuere, el escenario electoral es asqueroso. 4 grandes formaciones políticas atrincheradas en la izquierda y en la derecha más polarizadas se presentan con un único punto en su programa electoral, “que no salgan los de otra trinchera“. Asimismo, el pasado 30 de mayo, el partido Ciudadanos tomaba al polémica decisión de no concurrir a las elecciones. Y esa decisión nos dejaba a muchos completamente huérfanos y sin una opción limpia a la que votar.
Opciones mayoritarias.
Las opciones que nos quedan son horribles: Votar al peor PP desde 1978, lleno de tránsfugas, incluso alguno que viene de Bildu, lleno de alcaldes y presidentes autonómicos que lo primero que han hecho es pactar con la ultraderecha de VOX y después se han subido el sueldo. Una derecha vacía de principios y valores, no es una opción en absoluto.
Votar al PSOE más autoritario desde 1936, con el presidente más “cambiante de opinión”, por no decir mentiroso, con los socios más antidemocráticos y nazionalistas posibles, con el gobierno con más enchufados de la historia superando el millar de asesores y una perspectiva de peligrosa radicalización antidemocrática. Tampoco es una opción para alguien con dos dedos de frente.
Estos dos partidos forman el BICORRUPTISMO, del cual ya hablé largo y tendido de ellos y de sus más de 400 casos de corrupción en mi artículo “Al PSOE le interesa la reforma de la Malversación, y al PP aún más”, y que nos cuestan más de 90.000 millones al año en corrupción. Prácticamente uno de cada 5 euros que todos los españoles pagamos en impuestos.
Opciones extremas
Pero ¿Qué más hay en el espectro electoral? Por un lado está SUMAR. Una marca nueva creada con los restos de los naufragios de todas las siglas de la izquierda. En concreto, el fracasado Podemos, es la marca que más gente aporta a este proyecto. Un comunismo “cuqui” pero con las mismas ideas trasnochadas, autoritarias y antidemocráticas que el resto de los comunismos. Aún así ya han demostrado gobernando que para ellos lo primero son los sueldazos, después los casoplones, y ya si eso después pues las reformas y la ideología.
Y por otro lado está VOX. Una ultraderecha reaccionaria con mucho nostálgico del régimen franquista, pero también con mucho inadaptado a este mundo globalizado en el cual no se acepta con buenos ojos, ni el racismo, ni la xenofobia, ni la homofobia, ni la transfobia, ni el resto de conductas ultraconservadoras con las que el mismísimo Vladímir Putin gobierna en Rusia. Pero al igual que SUMAR, los de VOX también priorizan sus poltronas, enchufados y carguitos antes que su agenda retrógrada y autoritaria.
Opciones minoritarias
Hay unos cuantos partidos sin representación que ofrecen ideas más o menos atractivas, pero ninguna de ellas ofrece un programa completo con una opción válida de gobierno. Por otra parte están la abstención, el voto en blanco y el voto nulo. La abstención es para vagos, pasotas y para los que no comprenden las repercusiones a las que se enfrentan. Para estos en la antigua Grecia se inventó el término “Idiotes”, el cual ha llegado a nuestros tiempo como “idiotas”, y aunque el significado en el diccionario difiere bastante, en el fondo no difiere casi en absoluto bajo mi punto de vista.
El voto en blanco es el voto para aquellos que no se sienten representados, mientras el voto nulo es para aquellos que además de verse no representados, pensamos que esta democracia tiene graves problemas o que dista mucho de la democracia plena o real que nos merecemos y que vemos en los países del primer mundo. El voto nulo es el voto antisistema. Pero este es en un sistema sin división de poderes, donde los que gobiernan además manejan a su antojo el cuarto poder, es un sistema donde no se cuestiona nada ni se tienen que rendir cuentas, y ese es el sistema corrupto que tanto PP y el PSOE han creado y que yo rechazo de pleno. Por eso yo votaré nulo y mi papeleta será la siguiente.
Si quieren también esta papeleta para votar el domingo, pueden descargarla en los siguientes enlaces:
Enlace 1:
https://pdf.ac/XYBFP
Enlace 2:
https://1drv.ms/b/s!Ahb8xNXHYqHRhgEPQKB_m8awoNbC?e=hIPs23
Enlace 3:
https://mega.nz/file/pOsWGA4I#U2VzVfAA3BNMZnQZ7D1eNcrnE-iWIqUPQd-Fcw_w-cE
Diario de España no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores y columnistas. Diario de España se compromete a no modificar el texto original de los artículos cuya autoría sea externa a este medio. En cualquier caso, puede hacernos llegar sus peticiones modificación a redaccion@diariodeespana.es. Tras su solicitud, daremos parte al autor original para que proceda como corresponda.
¿Qué te ha parecido este artículo?
Subscribe to Our Newsletter
Keep in touch with our news & offers