Demolition Man, una metáfora cinematográfica de la cultura woke

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En 1993 se estrenó en los cines “Demolition Man”, una película que con el paso de los años se ha convertido en una cinta de culto por su precisión al mostrar un fenómeno cultural como la cultura de lo políticamente correcto o la llamada cultura woke.

La película trata sobre un policía llamado John Spartan, que imparte la justicia a su manera en una ciudad de Los Ángeles donde el crimen es pan de cada día. Debido a que causa problemas al intentar rescatar a unos rehenes secuestrados por el llamado Simon Phoenix, ambos son condenados a un nuevo sistema de cumplimiento de la ley: la criogenización, es decir, ser congelados y despertados en un tiempo determinado después de cumplir su pena.

Phoenix escapa en el año 2036 y el mando de la ciudad de Los Ángeles decide liberar a un policía de la vieja escuela para detener al villano, ya que la policía de esa época no está preparada para los códigos de conducta sociales.

Lo interesante de esta película es que define un fenómeno cultural que se está dando en la actualidad, como es la cultura de lo políticamente correcto o woke. En los últimos años, los chistes de humor negro, los insultos e incluso cualquier expresión malsonante pueden sonar como algo mal visto y fuera de lugar en algunos estratos sociales. Curiosamente, esta cultura de lo woke utiliza la ventana de Overton para abogar por cada vez más prohibiciones morales e incluso de consumo de productos. En el año 2032 de la película, desde los juguetes no educativos hasta comer un buen chuletón o tomar un café con azúcar, están prohibidos por las leyes de los nuevos Estados Unidos. ¿No les suena familiar? ¿Recuerdan las declaraciones del ministro de consumo, Alberto Garzón, sobre el azúcar, la carne o los juguetes no educativos?

Lo curioso es que, en 1993, la cultura de lo políticamente correcto o woke no existía, pero el visionario director Marco Brambilla pudo vislumbrar una distopía donde la policía era incapaz de detener a los delincuentes por la idea de no usar violencia proporcionada. ¿No les suena también? En los países nórdicos, podemos ver este mismo fenómeno recientemente. Además, cuando hubo los atentados del 22 de julio de 2011, la policía no supo actuar adecuadamente ante el violento Anders Behring Breivik.

¿Es posible que la metáfora de “Demolition Man” se esté cumpliendo? ¿Es posible que la visión de Marco Brambilla a través de Sylvester Stallone y Wesley Snipes se esté cumpliendo? Nos toca volver a ver esta película y hacernos la pregunta tan determinante sobre esta película: ¿Para qué servían las tres conchas del cuarto baño?

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Historiador y geógrafo con una amplia experiencia en el análisis de temas de actualidad internacional y nacional. Ha participado en varias tertulias online, como 'Estado de Alarma' y 'F98', en las que ha aportado su visión crítica y objetiva sobre los temas más relevantes de la actualidad.

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