El jueves 22 de Octubre de 1982 se celebraron las segundas elecciones generales en España desde la promulgación de la Constitución del 78. Estas elecciones las ganó el PSOE de Felipe Gonzalez con una amplia mayoría absoluta, gobernando durante 4 legislaturas hasta que en 1996 fue el PP de Aznar quien se alzó con la victoria, gobernando durante las siguientes 2 legislaturas. A partir de ahí los cambios en el poder se producen casi sistemáticamente cada dos legislaturas, alternándose en él PSOE y PP.
Si echamos un vistazo a cada una de las elecciones donde hubo un cambio de color en el gobierno, podemos ver con claridad que siempre se producen por el hartazgo de la población de las políticas aplicadas durante esos años por el gobierno de turno y deciden cambiar al gobierno anterior a ver si así mejoran las cosas.
Como la memoria es frágil, parece que pasados 8 años ya no nos acordamos de porqué se dejó de votar a unos para votar a los otros y volvemos a caer en la trampa de votar a los primeros sin acordarnos de todo lo mal que hicieron en su momento, de las promesas incumplidas y los millones robados de dinero público. Y vuelta a empezar. Así una y otra vez, una y otra vez, durante los últimos 40 años.
Se llama bipartidismo, y es sin duda el mayor problema político de nuestro país.
Estos 40 años han servido para demostrarnos que el PP y el PSOE sólo se ponen de acuerdo para repartirse el poder. Controlan los jueces, las televisiones públicas, los medios de comunicación y nuestro dinero, que usan de forma indecente para seguir en el poder a toda costa.
Sin embargo, no son capaces de llegar a acuerdos para hacer un gran pacto por la educación, que nos permita tener a nuestros jóvenes a la altura del resto de Europa o para que la sanidad tenga las mismas coberturas en todo el país o para que no haya discriminación linguistica en determinadas regiones de España. Para eso no.
Y es que, tanto PP como PSOE dependen de los nacionalistas para gobernar, a los cuales, evidentemente les importa muy poco la España que hay fuera de sus regiones y van a sacar toda la tajada que puedan solo para ellos, independientemente de que al resto del país le perjudique.
Por eso, los derechos de los españoles no son los mismos según en qué región hayan nacido. No somos iguales, por mucho que nuestra Constitución diga lo contrario.
Este 22 de Octubre, se cumplirán 40 años de aquellas elecciones donde el bipartidismo ganó por primera vez y volverán a pasar otros 40 si no hacemos algo para remediarlo.
Los que son parte del problema no pueden ser parte de la solución, por eso hay que buscar otras alternativas que nos saquen de este bucle infinito. Hay que encontrar otra opción política que nos saque de agujero en el que llevamos metidos tantos años. Una opción política que mire al futuro y no se quede estancada en el pasado, rememorando guerras ya superadas. Una opción política que trate a los ciudadanos como personas inteligentes y que les diga la verdad por mucho que esta duela y no se queden en simples mensajes
populistas que suenan muy bien pero imposibles de realizar. Una opción política que corte de raíz cualquier relación con los nacionalistas, culpables también de la situación en la que nos encontramos ahora mismo.
Una opción política que mire a Europa como un aliado y no como el enemigo a vencer. Una opción política que crea de verdad en que todos los españoles somos iguales, independientemente de dónde hayamos nacido, con los mismos derechos y las mismas obligaciones.
Todas esas cualidades están sin duda representadas en Ciudadanos. Los liberales españoles son la esperanza para poder acabar con el bipartidismo que tanto daño nos está causando y los únicos que tienen propuestas reales, tanto en lo económico como en lo social para poder hacer de España el país que todos nos merecemos.
Es la hora de ser valientes, de recordar todo el mal que tanto PSOE como PP, PP como PSOE han hecho a este país, de su corrupción y de los millones robados a los españoles. Es la hora de dar entrada a las políticas de Ciudadanos, las cuales han resultado exitosas allá donde han gobernado.
Es la hora de acabar con el bipartidismo. Es la hora de los liberales.