La existencia es el ente en movimiento,
la acción abstracta releva a la reacción sensitiva.
El árbol es ente sensible y de nada se priva;
el árbol está vivo y existe, aun sin aliento,
estar limitado a lo sensible, su sustento.
El ser humano se debe abstraer;
quien renuncie a esa cualidad debe decaer
y decae en alma moribunda.
El ser se escinde del ente y eso abunda,
reo que por su misma condición se deja atraer.
Existencia sensible, la planta.
Existencia sensible y práctica, el animal.
Existencia sensible, práctica y abstracta, el hombre.
Doble delito la persona que renuncia al desarrollo de su esencia
quedando esta en potencia y no en acto.