El próximo 17 de agosto, en plena temporada estival, tal y como lo ha decidido el presidente del Gobierno en funciones, se constituirá salvo cambios de última hora, las Cortes Generales de España.
La Carrera de San Jerónimo será un ir y venir de congresistas, para algunos un camino muy transitado, otros necesitarán un mapa y para otros será un camino muy buscado.
Con más del 50% de caras nuevas, concretamente 206, comenzará la legislatura más dudosa de la historia parlamentaria, tras las elecciones de 2019.
El Partido Socialista cuenta con investir presidente del gobierno a Pedro Sánchez, con los votos a favor de los partidos nacionalistas y con el apoyo inestimable de Carles Puigdemont y su banda refendurista.
Todo vale para mantenernos en la Moncloa, aunque sea pactando con los que han querido romper la unidad de España, con aquellos que obligaron a la aplicación del Art. 155, hecho insólito en la Nación.
El 17 de agosto lo podremos enmarcar como un día que pasará a la historia de la democracia española, por la inestabilidad que actualmente transmiten los partidos mayoritarios
Por otro lado, tenemos al Partido Popular, el partido ganador de las elecciones. Cuentan también con investir a Alberto Núñez Feijóo como primer ministro con la abstención de VOX, el dudoso sí de UPN y Coalición Canaria. De hecho, han convocado reuniones de última hora para asegurarse los síes suficientes para echar a Sánchez de la Moncloa.
Si hacemos un recorrido por las cámaras legislativas, en el Senado, el PP cuenta con mayoría absoluta aplastante, por lo que se hará con la presidencia y posiblemente la totalidad de la mesa.
Situación que no ocurre en la cámara baja, la presidencia de la mesa está más que reñida y cotizada, puede incluso marcar una repetición electoral, dado que un partido presidiendo cada cámara, sería un ir y venir continuo de leyes rechazadas.
Cabe recordar que Félix Bolaños, actual ministro de la Presidencia en funciones, ha interrumpido sus vacaciones para buscar los apoyos necesarios y hacerse así con la presidencia del Congreso de los Diputados, tras la renuncia de Meritxell Batet.
El 17 de agosto lo podremos enmarcar como un día que pasará a la historia de la democracia española, por la inestabilidad que actualmente transmiten los partidos mayoritarios, dispuestos a dar todo por un puñado de votos.
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