La République en Marche!, Territoires de progrès y Agir se unen para formar Renaissance

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El delegado general de LREM toma la palabra en el acto destinado a sellar la alianza electoral con MoDem y Horizons. (Stephane de SAKUTIN | AFP)

El partido presidencial francés, La République En Marche! (LREM), y dos partidos aliados, Agir y Territoires de progres (TdP), se han reunido hoy en Metz para oficializar su unión bajo el nuevo nombre de Renaissance en el marco de un seminario ejecutivo donde han desarrollado un corpus de valores en el que, haciendo hincapié en la igualdad, el ecologismo, el diálogo, la educación y el progreso social, han asentado las bases de esta transformación. Stanislas Guerini, Delegado General de En Marche!, ha anunciado que este cambio responde a la voluntad de “superación política” que ya iniciaron en 2016 al fundar LREM, y que ahora amplificarán todavía más.

Stanislas Guerini ha añadido que esta renovación debe reflejar sobre todo “un paso adicional para superar la división entre la derecha y la izquierda, lograr la estabilidad política desde el centro y evitar el crecimiento de los extremos”. Este afán de transformación ya fue anunciado por el mismo Guerini el pasado mayo de 2022, con el objetivo de sumar el mayor número de fuerzas políticas posibles y apoyar la candidatura de Emmanuel Macron en las elecciones presidenciales para construir una mayoría presidencial fuerte y estable.

Esta fusión atiende además a varios desafíos. El primero de ellos es organizativo: el partido de Emmanuel Macron aspiraba a encarnar una recomposición y renovación de la vida política, pero las elecciones locales y legislativas desde 2017 demostraron que es esencial tener una red territorial y anclaje local, y hasta ahora, LREM no tenía una estructura territorial fuerte. Es por eso que, en la clausura del congreso ejecutivo, las fuerzas políticas reunidas han puesto especial énfasis en la voluntad de crecer en los territorios y fortalecer la estructura organizativa del partido. Stéphane Séjourné, presidente del grupo Renaissance en el Parlamento Europeo, y que a partir de ahora será también el secretario general de la nueva agrupación, ha explicado que ésta deberá dotarse de una “organización política que participe con mayor fuerza en la vida democrática del país, territorializada, en contacto con los franceses, que pueda tomar el pulso a la sociedad y sea mucho más eficaz que las anteriores organizaciones”.

El segundo desafío es político, pues la coalición presidencial no tiene mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, así que Renaissance debe afianzar su mayoría relativa. Renaissance fusiona a tres partidos dirigidos por ministros: La République en Marche!, cuyo delegado general es Stanislas Guerini, ministro de transformación y funciones públicas; Territoires de progrès, encabezado por Olivier Dussopt, ministro de trabajo, pleno empleo e integración; y Agir, liderado por Franck Riester, que se encarga de las relaciones con el Parlamento.

En este contexto, algunos partidos que conforman la mayoría presidencial de la Asamblea Nacional han optado por mantener su independencia política y no integrarse en Renaissance. Este es el caso de quienes han formado su propio grupo parlamentario: MoDem, de François Bayrou (50 miembros) y Horizons de Édouard Philippe (30 miembros). En la misma situación se encuentra En commun!, de Barbara Pompili, que pretende encarnar el ala izquierda de la mayoría presidencial. Sin embargo, esta independencia es sólo relativa, pues en las elecciones legislativas, todos acordaron vincularse para el financiamiento público en una sola estructura.

Además, la creación de Renaissance proyecta sutilmente la intención de afianzar una estructura sólida para la era post-Emmanuel Macron, cuyas siglas ya no aparecen en el nombre del partido y que, al no poder presentarse constitucionalmente a la reelección de 2027, dejaba a la vista el reto de trabajar para que la estructura del partido fuese sólida una vez acabado su mandato. Será preciso que la formación consolide un liderazgo hasta las elecciones europeas, pero también de cara a las futuras elecciones presidenciales de 2027, porque incluso sin Emmanuel Macron, Renaissance necesitará un candidato fuerte al que apoyar.

La Primera Ministra francesa, Élisabeth Borne, ha intervenido en la clausura del seminario y ha apelado a la unidad, declarando que asuntos como la defensa de los valores de la república francesa, la democracia, la libertad, la mejora de la economía o el apoyo a Ucrania son postulados “tanto de derechas como de izquierdas”. Asimismo, ha manifestado su voluntad de que Renaissence sea la fuerza central de la vida política, y ha establecido las líneas rojas en la salvaguarda del planeta, el respeto por la dignidad humana, la gestión de las finanzas públicas y la sostenibilidad del modelo social francés.

Stéphane Séjourné ha explicado que la elección del nombre no es casualidad, sino que toma su inspiración en los humanistas del Renacimiento, considerando que del mismo modo que ellos revisaron textos antiguos en el siglo XVI, los integrantes de Renaissance deberán “revisar los principios que han fundado nuestro compromiso político durante cinco años”. Así ha quedado constatado hoy en el centro de convenciones de Metz, que ha acogido a más de500 personalidades, incluidos diputados, senadores y miembros del gobierno y donde se han trazado los principios de la nueva fuerza presidencial francesa.

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