El Gobierno ruso ha expresado su desacuerdo con las afirmaciones publicadas este lunes que aseguran que la Federación de Rusia ha incurrido en un impago de las obligaciones de su deuda denominada en divisas, algo que no había sucedido desde 1918. Preguntado en rueda de prensa sobre si Moscú compartía estas afirmaciones, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, se ha limitado a responder: “No, no estamos de acuerdo”.
Según la agencia estadounidense Bloomberg, Rusia ha dejado de cumplir las obligaciones de pago de su deuda denominada en moneda extranjera por primera vez en más de un siglo, después de que este domingo venciera el periodo de gracia de 30 días para que el Kremlin abonase los alrededor de 100 millones de dólares (95 millones de euros) en intereses de sus bonos cuyo pago estaba previsto contractualmente para el pasado 27 de mayo.
Se trataría de la primera ocasión desde 1918, durante la Revolución Rusa, que el país no hace frente al pago de su deuda en divisas, ya que su anterior impago durante la crisis de 1998 afectó a bonos en rublos.
Habitualmente, la declaración formal de impago de la deuda sería efectuada por alguna de las grandes agencias de calificación, pero como consecuencia de las sanciones occidentales estas retiraron sus calificaciones de las entidades rusas.
Sin embargo, de acuerdo con los documentos de los valores emitidos, cuyo período de gracia expiró el domingo, a los que tuvo acceso Bloomberg, los acreedores pueden declarar ellos mismos tal evento de impago si al menos un 25% de los propietarios de los bonos en circulación está de acuerdo.
A pesar de esto, la propia agencia estadounidense reconoce que una declaración de impago de Rusia tiene un carácter “simbólico”.
A finales del pasado mes de mayo, Estados Unidos anunció que no renovaría la exención que hasta entonces había permitido procesar caso por caso a través de entidades estadounidenses e internacionales los pagos de la deuda de Rusia, dejando así a Moscú sin capacidad de realizar los pagos de su deuda denominada en moneda extranjera.
“Es algo muy, muy raro, que un Gobierno que, por otra parte cuenta con los medios, se vea forzado por un Gobierno externo a incumplir”, dijo a Bloomberg el analista soberano senior de Loomis Sayles & Company Hassan Malik.