Ser la voz de los belarusos: ¡Derrumbemos los muros de la dictadura de Lukashenka!

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Imagen cedida | https://www.facebook.com/bzswroclaw

Hace tiempo que quería hacer este artículo. Pero cuando le propuse hace un año y medio al diario anterior que publicaba no me respondieron. Les incomodaba el tema. Ahí empecé a ver que los medios autollamados antiimperialistas realmente son vende humo. Gracias a Diario España por tratar esta temática. El agradecimiento no es solo mío. Será de muchos bielorrusos que se juegan todo cada día. 

Hay personas en esta vida que te inspiran a la hora de escribir. Pero no solo eso. También te hacen abrir la perspectiva. Y una de esas personas me dijo el otro día que muchas veces se sentía cansada porque luchar por la libertad en Belarús significa dejar de ir a su país por las represalias y también en muchas ocasiones puede que acabes en la cárcel. Más de 1000 presos políticos y refugiados políticos por toda Europa. Esto es lo que pasa en Belarús, el país gobernado por mano dura por Lukashenka, el último dictador de Europa que es apoyado por el PCE.  

¿Os imagináis ir a la cárcel por protestar por una creencia política en las calles?

¿Os imagináis perder la oportunidad de volver a tu país porqué haces un tuit?

¿Os imagináis perder la ocasión de ver a tu hermana o a tu madre por denunciar la falta de libertades en tu país? ¿O perder al familiar que si protesta y debe irse?

Esto ocurre en Belarús. Y está oposición valiente y perseverante está dando mucho de su vida para tener libertad. Algo tan simple en España que muchas veces no valoramos como el ir a votar o un debate electoral de la televisión. O aún menos complicado: Algo tan simple como por ejemplo el hecho de protestar o llevar una bandera que te representa. Todo esto tan simple no existe en Belarús y si protestas por ello puedes perderlo todo: el trabajo, tu familia, tu casa y tu forma de vivir al completo. Es por eso que debemos apreciar la valentía de los que protestan y también entender a los que no lo hacen pero tienen espíritu de cambio.

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Y aquí entramos nosotros. Ellos tienen todo a perder. Nosotros nada. Y debemos intentar ser su voz. Luchar junto a ellos. Nosotros no nos jugamos ver a nuestra familia o no poder volver a nuestro país. Y menos una pena de cárcel. Nosotros no nos jugamos nada más allá de que puede que no podamos ir de vacaciones a Minsk. Esta es la razón por la cual debemos ser la voz de todos aquellos que no pueden hablar porque ya están en la cárcel o quieren seguir teniendo su vida. 

Debemos ser la voz de todas esas personas que están en peligro y decirle a Lukashenka que por mucho que se piense que nos podrá ganar, la libertad siempre gana y que al final, la esperanza siempre gana el miedo. Y aún más si desde otros países de Europa nos movemos. Porque si ellos con todo a perder luchan, ¿por qué nosotros no podemos hacerlo?

Y tampoco hace falta que vayamos con tanques. Solo hay que recordar que existen. Que no caiga en el olvido. Porque cuando olvidamos algo o alguien, es como si no existiera. Tenemos la obligación de mantener en agenda el problema belaruso porque si no lo hacemos muchos van a sufrir y los tiranos y las dictaduras tendrán aún más impunidad. 

Ya para terminar me gustaría recordar a todos estos comunistas e izquierdistas de España que apoyan a Lukashenka o son equidistantes, que están cometiendo un error tremendo. Mientras muchos luchan y son perseguidos en Belarús, el PCE, por ejemplo, se dedicaba a comprar la propaganda de Lukashenka y validarlo como líder del país. Esto siempre lo repito pero es muy grave que en España tengamos influencia en el Gobierno de un partido que calla ante todo lo que está ocurriendo en Minsk que ahora vamos a leer. 

Estos días escribí a personas de belarús para que nos cuenten su experiencia luchando contra el Régimen. Son tres personas que no pueden volver a ver a su familia: 

Estuve participando en las elecciones presidenciales en Belarús, en Minsk en 2020 durante 4 días seguidos. El 13 de agosto debí salir de Belarús por razones de seguridad, y algunos días después la policía vino a mi casa y estaba tratando de encontrarme. Si vuelvo a casa me meten en la cárcel por lo menos 5 años por participar en protestas ya que pudieron identificarme por cámaras.

Max – Minsk

De pie en la calle junto a la realización de un acto multitudinario, no se puede sostener una sola pancarta y sin gritar consignas se puede detener sólo porque habría una orden de detención de varias personas para un informe policial a los funcionarios. Más tarde, puede haber presión a través de sus familiares.

Sergei  – Gomel

Desde hace mucho tiempo en Polonia, elegí apoyar a Bielorrusia libre en 2020 mediante acciones de solidaridad en Polonia, ayudando a refugiados políticos y presos políticos. Luego en 2022 me comprometí a ayudar a Ucrania. Naturalmente, no puedo ir a Bielorrusia mientras el régimen de Lukashenko esté en el poder. Como muchos otros amigos míos, no podemos ir allí incluso cuando nuestros padres fallecieron. ¡Un día volveremos al país libre!

Artur – En Polonia

¿Y qué mejor forma de terminar este artículo leyéndolos? Apreciemos nuestra libertad. Y ayudemos a esta gente a tener la suya. Ahora y siempre tocará derrumbar los muros de su dictadura y decir bien alto Жыве Беларусь! 

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