Los equipos de rescate ucranianos encontraron hoy los cuerpos sin vida de dos trabajadores que habían estado desaparecidos desde anoche, cuando un misil ruso impactó en un granero en la región de Odesa. La noticia fue confirmada por Oleg Kiper, jefe de la administración militar de la región, quien expresó sus condolencias a los familiares y amigos de las víctimas. Este incidente se suma a una serie de ataques rusos contra la industria agrícola ucraniana en el punto de mira de las fuerzas del Kremlin.
Anoche, Rusia dirigió 19 drones kamikaze y 14 misiles, dos de los cuales eran supersónicos, hacia la región de Odesa. Las defensas aéreas ucranianas lograron interceptar todos los drones y 11 de los 12 misiles de crucero Kalibr lanzados por las fuerzas rusas. Sin embargo, algunos proyectiles impactaron en infraestructura portuaria y graneros de la región.
Además del granero afectado, la terminal de pasajeros del puerto de Odesa sufrió graves daños. También resultó dañado un hotel emblemático de la ciudad, que estaba cerrado y había sido adquirido por el empresario ucraniano Andrí Stavnitser, copropietario y CEO del Grupo TIS, uno de los principales operadores portuarios dedicados a la exportación agrícola.
Desde julio pasado, Rusia ha atacado regularmente instalaciones portuarias y del sector agrícola en Ucrania, tras dar por terminado el llamado acuerdo del grano, que permitía la salida de cereal ucraniano a través de tres puertos del Mar Negro. Estos ataques han afectado de manera significativa a la industria agrícola de Ucrania y han generado preocupación en la comunidad internacional.
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