Cientos de personas se concentran este viernes frente a la sede del Tribunal Supremo de Estados Unidos en Washington para protestar contra la decisión de la corte de revocar la protección al derecho al aborto.
Según pudo constatar EFE, el flujo de personas que llegan a la sede de la mayor instancia judicial del país continúa para sumarse a la protesta. Muchos de ellos están pertrechados con carteles que rezan “Revocar Roe, ¡Por Dios, No!” y “Aborto a la carta y sin disculparse”. Algunas manifestantes, muchos de ellas jóvenes, lloraban tras la decisión.
El edificio del tribunal está completamente blindado y rodeado con una doble fila de vallas y policías desplegados cada pocos metros. Durante la protesta, los participantes entonaron lemas como “Es una decisión ilegítima” y repartieron pegatinas y pañuelos con los mismos mensajes que los carteles. “Yo vivo en la realidad, aunque el aborto sea ilegal, los abortos no pararán. Y cuando las mujeres se ven desesperadas, harán barbaridades contra sí mismas”, dijo a EFE Vanessa, originaria de Nueva York, que se unió a la protesta frente al Supremo.
“Si ellos están dispuestos a hacernos esta barbaridad, van a ir contra los derechos LGTB -siguió-. Esto se va a hacer lío muy horrible, esto va a afectar a parejas, a la gente que quiera tener hijos y que tengan una complicación“.
Frente a los manifestantes partidarios del derecho a abortar, hay otro grupo en contra de este procedimiento, que está celebrando la decisión judicial con cantos y bailes, aunque no hay tensión entre ambas protestas.
El Tribunal Supremo anuló este viernes la protección del derecho al aborto vigente en este país desde 1973, en una decisión histórica que permitirá a cada estado decidir si mantiene o prohíbe este derecho reproductivo.
El fallo señala que la Constitución “no otorga” este derecho y devuelve la autoridad para poder legislar sobre el aborto al “pueblo” y sus “representantes electos”. El fallo deroga tanto la sentencia conocida como “Roe contra Wade”, acordada hace 49 años, que protegía el derecho al aborto en todo el país, como otra resolución de 1992, “Planned Parenthood contra Casey”, que reafirmaba dicha protección pero permitía a los estados establecer regulaciones sobre el proceso.