El Ministerio de Defensa de Rusia ha confirmado este martes que uno de sus aviones insignia en la base aérea de Soltsy-2, situada en la región de Nóvgorod, el Tupolev Tu-22, sufrió daños como resultado de un ataque con drones provenientes de Ucrania.
Según información obtenida de los canales rusos de Telegram y respaldada por imágenes compartidas en redes sociales, no solo se reporta el daño al mencionado bombardero, sino que se afirma la posible afectación de dos aeronaves más, además de alrededor de 13 aviones estacionados en la misma base.
A pesar de las imágenes que circulan en las redes sociales, el Ministerio de Defensa ruso sostiene que el avión no fue completamente destruido, sino “dañado”. Las imágenes, sin embargo, revelan el bombardero en llamas, lo cual contrasta con la posición oficial de Rusia.
El incidente fue detallado por el Ministerio de Defensa ruso, quien informó que el avión no tripulado (UAV) fue detectado por el puesto de observación del aeródromo y recibió fuego de armas pequeñas, lo que resultó en el incendio. Afortunadamente, las autoridades rusas descartaron víctimas mortales en lo que ellos mismos han denominado un “acto terrorista”. El incendio resultante se logró extinguir sin mayores consecuencias.
No obstante, las imágenes compartidas en las plataformas de redes sociales muestran un gran incendio que envuelve un avión con el distintivo morro del Tu-22, generando inquietudes sobre la gravedad real del incidente.
An Attack yesterday on Soltsy-2 Air Force Base in the Novgorod Region of Northwestern Russia is visually confirmed to have caused the Damage and Destruction of at least 1 Tu-22M “BackFire” Long-Range Strategic Bomber with reports that 1 other may have suffered Minor Damage. pic.twitter.com/qWZcvjWWsU
— OSINTdefender (@sentdefender) August 20, 2023
El Tu-22, uno de los sesenta aviones de su tipo en posesión de Rusia, es considerado como un componente esencial de su flota. Aunque la pérdida de uno o dos de estos aviones no tendría un impacto significativo, expertos señalan que la constante elevación de los ataques ucranianos preocupa en Moscú debido a la creciente frecuencia y nivel de destrucción que estos han alcanzado.
En los últimos meses, Ucrania ha intensificado su uso de drones de ala fija en sus operaciones, apuntando hacia territorio ruso. Sin embargo, el reciente ataque en la base Soltsy-2 introdujo un elemento nuevo: la descripción del UAV como un “dron de tipo helicóptero”, sugiriendo la posible utilización de un dispositivo económico lanzado a corta distancia.
Esta escalada de incidentes se profundizó aún más el pasado lunes, cuando un portavoz del servicio de inteligencia de defensa ucraniano informó sobre otro avión militar ruso dañado en un ataque con drones en la región rusa de Kaluga.