Dos nuevos terremotos han afectado la provincia turca de Hatay, que ya había sido devastada hace dos semanas por dos seísmos que causaron la muerte de más de 41.000 personas y heridas a más de 105.000. Los terremotos de magnitud 6,4 y 5,8 han dejado al menos tres muertos y 213 heridos, según el ministro del Interior, Suleyman Soylu. Las réplicas han sido numerosas y los equipos de rescate trabajan para buscar personas atrapadas en los edificios que se han derrumbado.
La alerta de tsunami inicial fue anulada poco después y se informa de que ocho personas han sido hospitalizadas con heridas. El alcalde de Samandag ha informado que varios edificios se han derrumbado y se desconoce si hay personas atrapadas en su interior. La oscuridad en las ciudades afectadas dificulta la evaluación de los daños y se teme que los edificios ya dañados por los terremotos anteriores se hayan desplomado en estos nuevos sismos.
La provincia de Hatay había sufrido dos terremotos de magnitud 7,7 y 7,6 hace dos semanas, lo que dejó a la población en una situación de vulnerabilidad. A pesar de que las tareas de búsqueda de supervivientes estaban en curso, se temía que aún hubiera decenas de miles de cuerpos bajo los escombros.