El canciller alemán, Olaf Scholz, y el primer ministro neerlandés, Mark Rutte, han coincidido en su negativa a enviar más de una docena de obuses a Ucrania, cantidad ya anunciada anteriormente tanto por Berlín como por Ámsterdam.
Así, en una conferencia de prensa conjunta entre ambos dirigentes, Rutte ha apuntado que «por el momento» no ve la posibilidad de que se envíe más armamento de este tipo, mientras que Scholz ha dicho que los sistemas de defensa «no pueden simplemente ponerse a disposición».
Según Scholz, el hecho de fijar en doce los obuses disponibles para Ucrania no es algo casual, pues tanto él como Rutte consideran que estos son los necesarios para formar una «unidad funcional».
Rutte, por su parte, ha explicado que estos sistemas defensivos no son para uso inmediato, sino para «una fase posterior del combate» y ha incidido en que el entrenamiento a los soldados ucranianos para el uso de esta infraestructura ha sido «crucial».
Países Bajos ha enviado cinco obuses autopropulsados, mientras que Alemania ha aprobado destinar otros siete. Soldados ucranianos se trasladaron la semana pasada a Alemania para recibir instrucciones para el uso de artillería.