Al menos 19 civiles han muerto este lunes según las estimaciones de las autoridades ucranianas como consecuencia de una nueva ofensiva de las tropas rusas sobre la región de Donbás.
En la ciudad de Sievierodonetsk al menos diez personas han muerto por los bombardeos de las tropas rusas, según ha contado el jefe de la administración regional de Lugansk, Serhi Haidai, quien ha reconocido que “actualmente es extremadamente difícil” controlar la situación debido a los ataques.
En la vecina región de Donetsk, otras nueve personas han corrido la misma suerte, mientras que otras seis han resultado heridas, según ha contado el jefe de la administración regional, Pavlo Kirilenko.
Por su parte, el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas ha informado de que las tropas rusas no solo han centrado sus últimos esfuerzos en la región de Donetsk, en Donbás, sino que además por otro lado están intentando frenar a las fuerzas ucranianas en Járkov y preparan una nueva ofensiva sobre la ciudad de Izium, también en el este del país.
No pararán hasta recuperar el Donbás
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, indicó a última hora del domingo que las Fuerzas Armadas ucranianas no pararán hasta que recuperen el Donbás y las tropas rusas cesen su ofensiva en el país.
“Seguimos con negociaciones muy complicadas y delicadas para salvar a nuestro pueblo de Mariúpol, de la planta siderúrgica de Azovstal”, explicó el presidente ucraniano en un comunicado de la Presidencia. Así, hizo hincapié en que “los ocupantes todavía no quieren admitir que están en un callejón sin salida y que su llamada ‘operación especial’ ya ha quebrado”.
“Toda esta brutalidad de los ocupantes, que Ucrania está experimentando todos los días, sólo conducirá al hecho de que los soldados rusos supervivientes llevarán el mal de vuelta a Rusia, lo devolverán porque se retirarán”, aseveró Zelenski.