Análisis de las pensiones francesas: las claves del ambicioso y polémico proyecto de Macron

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La reforma de las pensiones ha sido una de las grandes ambiciones del presidente francés, Emmanuel Macron, desde su primer mandato en 2017. Fue además una de sus propuestas durante la  pasada campaña de las elecciones presidenciales y ahora, el mandatario propone aumentar la edad de jubilación de forma paulatina y haber cotizado durante 43 años a partir de 2035.

La mayoría presidencial estima que aprobar este proyecto es urgente y necesario para la sostenibilidad del sistema. En este sentido, El ministro de Hacienda, Gabriel Attal, calcula que, sin reforma, la deuda pública aumentará en medio billón de euros en 25 años. «Es reforma o quiebra», sentenció Attal quien también manifestó que  el actual sistema de pensiones francés es «estructuralmente deficitario». El ministro también expresó que el Gobierno tendría en cuenta «la dureza del trabajo, en la prevención, para que los trabajos más dolorosos lo sean cada vez menos».

Fue el  pasado martes 10 de enero cuando la primera ministra  Elisabeth Borne presentó ante la prensa el esperado proyecto de reforma de las pensiones. El proyecto propone retrasar la edad de jubilación, aumentar la pensión mínima y fomentar el acceso de los mayores al mercado laboral. Serán dos años más de trabajo para todos, incluidos aquellos que se benefician de una salida anticipada (“larga carrera” en el sector privado o “categorías activas” en el sector público), para compensar futuros déficits. Una decisión que provocó, nada más terminar la rueda de prensa del presidente del Gobierno, el clamor de todos los sindicatos. Ya en el invierno de 2019-2020, las manifestaciones paralizaron gran parte de París, y en esta ocasión, está prevista una primera jornada de movilización contra la reforma para el jueves 19 de enero.

El Gobierno cuenta con Les Républicains (LR), tradicional partido de derechas francés, que históricamente se ha mostrado favorable a reformar el sistema de pensiones, para que el proyecto salga adelante sin  tener que recurrir al artículo 49.3 de la constitución, que quiere evitar a toda costa y que permite adoptar una ley sin someterla al voto de los diputados. Éric Ciotti, presidente de Les Républicains, confirmó que “la situación económica exige esta reforma de las pensiones” y que su partido tendería la mano “bajo condiciones”. Exigen que el proyecto se reparta en dos quinquenios, aumentando primero la edad de jubilación a los 63 en 2027, y luego a los 64, y no a los 65 como proponía Macron.

De materializarse dicha alianza entre partidos, la mayoría presidencial cuenta con una segunda opción para aprobar el proyecto: el artículo 47.1 de la Constitución, que permite que el gobierno, tras un plazo de 20 días después de la presentación de un proyecto de ley, se apodere del Senado si la Asamblea Nacional no ha terminado de examinar el texto dentro del plazo. Con ello, serían los senadores quienes tendrían el control de la reforma de pensiones, en lugar de los diputados, lo cual les sería de gran ayuda para dar luz verde al proyecto, ya que el Senado cuenta con una mayoría de la derecha. 

LA PROPUESTA DE REFORMA

Borne anunció que la edad legal de jubilación se elevará a 64 años de forma progresiva, en lugar de 65 como habían propuesto al principio, e indicó que el número de trimestres para jubilarse a tasa completa será de 43 años. Además, la reforma se aplicará con calendario escalonado, en 2025, y tendrá en cuenta los empleos cuyas condiciones laborales requieren mayor esfuerzo físico. Las condiciones de aplicación se detallarán durante este primer semestre de 2023 mediante decreto.

  • La edad de jubilación pasa de 62 a 64

Este es el punto más esperado de la reforma. La edad legal de jubilación alcanzará los 64 años en 2030, frente a los 62 actuales, según el dossier de prensa del Gobierno. Ésta se irá elevando progresivamente a razón de tres meses por año a partir del 1 de septiembre. Por lo tanto, se fijará en 63 años y 3 meses en 2027 al final del quinquenio, luego alcanzará la meta de 64 años en 2030. «La edad de jubilación se elevará a partir del 1 de septiembre en tres meses adicionales por año. de nacimiento», desarrolló la Primera Ministra.

  • 43 años cotizados a partir de 2027

La reforma de pensiones prevé acelerar la ampliación del periodo de cotización, adelantando a 2027 el requisito de 43 años cotizados para una pensión a tipo íntegro en lugar de 2035.

  • Revalorización de la pensión mínima

La pensión mínima quedará fijada finalmente en el 85% del salario mínimo neto, «es decir, casi 1.200 euros mensuales a partir de este año», para los futuros jubilados con carrera completa, tal y como anunció Borne, que concluyó que «se trata de una subida de 100 euros al mes».

  • Adaptación para las carreras largas

La reforma de las pensiones también pondrá en marcha un sistema adaptado «para proteger a las personas que tienen una larga carrera», indica el Gobierno. «Se adaptará el sistema a las trayectorias largas, para que nadie que haya comenzado a trabajar de forma temprana sea obligado a trabajar a partir de los 44 años», especifica el ejecutivo. «Para los que comenzaron a los 18 años, será posible salir a los 60», concluye Borne.

  • Fin de los regímenes especiales

Este proyecto de ley significará la extinción de los principales regímenes especiales de pensiones. Forman parte de ella funcionarios (incluidos militares y policías), SNCF (la empresa estatal francesa encargada del transporte ferroviario), RATP (empresa estatal que gestiona el transporte público en el área de París y  alrededores), EDF-GDF (empresa estatal francesa que se ocupa de la generación, transmisión y distribución de electricidad en Francia), Ópera de París y la Comédie-Française. Según el ejecutivo, «los nuevos contratados en la RATP, en la rama de las industrias de la electricidad y el gas y en la Banque de France se afiliarán, en particular, al régimen general de pensiones».

  • Equilibrio del sistema para 2030

El proyecto de ley presentado pretende garantizar «el equilibrio de nuestro sistema en 2030», declaró la ministra Borne. «Dejar que se acumulen los déficits sería una irresponsabilidad», estimó, asegurando proponer un «proyecto de justicia y un proyecto de progreso social».

Asimismo, Borne anunció la creación de un fondo de inversión de 1.000 millones de euros destinado a «pensar de manera diferente el desarrollo profesional y mejorar el reciclaje», y añadió que se tendrían en cuenta aquellos trabajos que pudiesen acarrear dificultades físicas, en particular con respecto al transporte de cargas pesadas o posturas dolorosas. También especificó que se mantendría  la salida anticipada para los funcionarios militares en activo, así como para los profesionales del servicio hospitalario. Para las personas en situación de invalidez o incapacidad, la jubilación se mantendría a los 62 años, y finalmente, declaró que la ley prevé tener en cuenta los años que se pasan cuidando a un padre anciano o de un hijo con discapacidad.

EL CALENDARIO DEL PROYECTO

Si bien el proyecto de reforma de las pensiones fue  presentado por la Primera Ministra Elisabeth Borne el pasado martes 10 de enero, el texto debe someterse a un estricto y ajetreado calendario que condicionará su aprobación.

  • 23 de enero: consejo de ministros

En esta fecha, el texto será presentado y seguramente adoptado por el Consejo de Ministros. Como con cualquier proyecto de ley, el Consejo de Estado debe conocer primero la reforma de pensiones antes de su presentación a los miembros del Gobierno.

  • 30 de enero: Comisión de Asuntos sociales

La presidenta de la comisión, Fadila Khattabi, diputada de Renaissance, el partido del Gobierno, anunció en conferencia de prensa, este miércoles 11 de enero, que el texto sería examinado a partir del lunes 30 de enero, y los miembros de la comisión tendrían una semana para trabajar en la reforma, debatirla y aprobar enmiendas.

  • 6 de febrero: Asamblea Nacional

Si no hay impedimentos para el ejecutivo, el texto pasará a ser debatido en la Asamblea Nacional el próximo 6 de febrero. Por el momento, no está claro qué proceso legislativo se utilizará, pero Gabriel Attal, ministro de Hacienda, insinuó que iba a pasar al hemiciclo a través del proyecto de reforma presupuestaria de la seguridad social. En esta etapa hay varios escenarios posibles, siendo lo más probable que la reforma se apruebe en el Senado. Por otro lado, si la Asamblea y el Senado no apoyan las medidas presentadas, deberá convocarse una comisión paritaria conjunta (CMP), de acuerdo con el artículo 45 de la Constitución francesa. Si ésta es concluyente, se adoptará el texto. En caso contrario, deberá volverse a discutir. Y todo ello, dentro del plazo de 50 días que marca la ley. Si no hay acuerdo en este tiempo, el Gobierno contaría con un último recurso, que es ejecutar la disposición mediante una ordenanza, tal y como detalla el artículo 47.1 de la Constitución, mencionado anteriormente. 

  • Finales de febrero – principios de marzo: llegada del texto al Senado

Con o sin votación, luego de su adopción en la Asamblea, el texto  será presentado al Senado siguiendo la vía legislativa clásica.

  • Fin de verano: puesta en marcha de la reforma

Es durante este período que debe entrar en vigor la reforma, atendiendo a la voluntad de Emmanuel Macron, quien ya lo dejó claro durante su discurso del 31 de diciembre, anunciando que «este año será de hecho el de una reforma de las pensiones que tiene como objetivo garantizar el equilibrio de nuestro sistema para los próximos años y décadas».

EVOLUCIÓN DE LA PROPUESTA A LO LARGO DE LOS AÑOS

La reforma de las pensiones ha sido desde siempre una de las banderas principales de Macron.  Ya durante su primer mandato, el presidente buscaba llevar a cabo este proyecto, originalmente enfocado en unificar los distintos regímenes para establecer un sistema de puntos. Con la llegada del Covid-19, la operación tuvo que demorarse hasta que, durante la campaña presidencial de 2022, el Jefe de Estado retomó su ansiada transformación, dejando de lado la idea de salir del sistema de puntos y optando por aumentar la edad de jubilación de los 62 a los 65 años, cifra que, después de distintas negociaciones, queda establecida en 64.

  • Primer intento de reforma

Durante su campaña presidencial en 2017, Emmanuel Macron anunció que si accedía al Elíseo, pretendía unificar los 42 planes de pensiones existentes (privados, especiales, funcionarios, etc.) a partir de 2025 para crear una sistema de puntos universal donde «1 euro aportado diese los mismos derechos, independientemente de cuándo se pagó, independientemente del estado de la persona que aportó». En aquel entonces, no planteaba alargar la edad de jubilación, pero puso este primer boceto de proyecto en marcha de inmediato, nombrando el mismo otoño de 2017 a Jean-Paul Delevoye como Alto Comisionado para la Reforma de las Pensiones. La presentación del proyecto, inicialmente prevista para mediados de 2018 , se pospuso en reiteradas ocasiones.

  • Huelgas y pandemia

Con Édouard Philippe como primer ministro, se planteó una reforma del sistema de pensiones que llevó a numerosos sindicatos (CGT, FO, CFDT, etc.) a convocar una huelga interprofesional masiva el 5 de diciembre de 2019 para protestar su aprobación. Salieron a la calle cerca de 800.000 manifestantes según la policía, 1,5 millones según los sindicatos.

La reforma contemplaba la creación de un sistema de pensiones que unificase todos los sistemas de pensiones en uno solo, tal y como Macron anunció antes de ser presidente, y el gobierno de Philippe quiso introducir un sistema de puntos para calcular el total de la pensión. El proyecto de ley, que había sido presentado ante el consejo de ministros, finalmente se desestimó debido a la pandemia del Covid-19.

  • Vuelta al proyecto

El 2 de julio de 2020, Emmanuel Macron anunció que quería relanzar el proyecto de pensiones. Un año después, volvió a poner el tema sobre la mesa, dando pistas de que no había olvidado su eterna voluntad, pero concluyendo que la aplazaría hasta que la pandemia estuviese bajo control. No fue hasta diciembre de 2021 cuando el presidente no retomó este debate, expresando que, de ser reelegido, establecería «un sistema simplificado con tres grandes regímenes, uno para el servicio civil, uno para los empleados, uno para los trabajadores por cuenta propia» porque «hoy en día, está claro que necesitamos trabajar más tiempo». Esta frase se le escuchó en repetidas ocasiones durante su campaña presidencial, antes de ser reelegido, como candidato, ya llevaba en el programa aumentar la edad de jubilación hasta los 65 años, y volvió a recordársela a la audiencia durante su discurso de fin de año, entrando en este 2023.

La trayectoria de esta reforma es larga, y la insistencia del presidente francés ha logrado que este proyecto vuelva a ver la luz, aparentemente con más suerte en este segundo mandato. La polémica y las críticas, sin embargo, no son ausentes ni pierden protagonismo ante esta intención de Macron, quien gobierna por segunda vez con el distintivo de proponer transformaciones arriesgadas independientemente de las controversias que suscitan, con el objetivo de brindar a Francia la innovación, la visión y la sensatez que le acompañan desde siempre.

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