Kateryna Petrovna Kovalenko, una mujer ucraniana de 82 años, se revela una visión íntima de los desafíos que ha enfrentado su familia y su país durante los tiempos difíciles. Kovalenko comparte cómo los últimos años han sido una verdadera prueba tanto para su familia como para Ucrania en su conjunto, con la preocupación por su hijo en la guerra y su nuera y nietos refugiados en Francia siendo una carga emocional abrumadora.
A pesar de la distancia, la tecnología moderna ha sido su salvavidas, permitiéndole mantenerse en contacto con su familia a través de videollamadas. Aunque la distancia ha añadido peso a la unidad familiar en momentos tan complicados, Kovalenko reconoce que la seguridad de su familia es una prioridad, aunque ella se resiste a abandonar el país que la vio crecer y formar su familia de la que habla con orgullo.
El conflicto también ha dejado su huella en la comunidad local de Kovalenko. Describiendo la transformación sombría de las calles que solían estar llenas de vida, destaca cómo muchas personas han tenido que abandonar sus hogares en busca de seguridad.
P. Cuéntenos, ¿cómo ha sido su experiencia durante estos tiempos tan difíciles?
R. Estos últimos años han sido una verdadera prueba para nuestra familia y para Ucrania en general. Ver a mi hijo luchando y a mi nuera y nietos lejos de su hogar ha sido una carga emocional muy grande.
P. ¿Cómo se mantiene conectada con su hijo y su familia mientras están en Francia?
R. La tecnología moderna ha sido un salvavidas en este sentido. Hablamos por videollamada siempre que podemos. Aunque no es lo mismo que tenerlos aquí, al menos puedo ver a mis nietos crecer y asegurarme de que estén bien.
P. ¿Cómo afecta la distancia a la unidad familiar en momentos tan difíciles?
R. La distancia ha sido una carga adicional. La familia siempre ha sido nuestra fortaleza, y no estar todos juntos durante estos momentos hace que el peso de la preocupación sea aún mayor. Pero entendemos que están más seguros allá.
P. ¿Puede hablarnos sobre cómo el conflicto ha afectado a su comunidad local?
R. La comunidad ha cambiado drásticamente. Muchas personas han tenido que abandonar sus hogares en busca de seguridad. Las calles que solían estar llenas de vida y risas ahora están sombrías y silenciosas. Es difícil ver cómo nuestro país ha cambiado en medio de la adversidad.
P. ¿Cómo encuentra la fuerza para mantener la esperanza en tiempos tan oscuros?
R. La esperanza es lo último que se pierde, dicen. Veo a la generación más joven involucrada en la defensa de nuestro país, y eso me llena de orgullo y esperanza. Además, la solidaridad que he visto tanto dentro como fuera de Ucrania es una luz en la oscuridad.
R. ¿Qué mensaje le gustaría transmitir a quienes leen su historia?
P. Quiero que las personas se den cuenta de que el conflicto tiene un impacto real en las vidas de familias enteras. No son solo cifras en las noticias, son personas que amamos y nos importan. Debemos esforzarnos por la paz y la comprensión mutua, porque en última instancia, todos somos seres humanos que deseamos seguridad y felicidad para nuestras familias.
P. Gracias, Kateryna, por compartir su perspectiva única y valiosa con nosotros. Sus palabras seguramente resonarán en aquellos que lean su historia.
R. Gracias a ustedes por brindarme la oportunidad de compartir mi experiencia. Ojalá que las dificultades que hemos enfrentado puedan conducir a un mundo más compasivo y en paz.
ENTREVISTA REALIZADA POR DAVID MUÑOZ LÓPEZ, TRADUCIDA POR OLEKSANDR IVANOVICH DE UCRANIANO A INGLÉS Y POR NURIA OVIEDO A ESPAÑOL.
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