Kim Reynolds, gobernadora republicana de Iowa y frecuente blanco de las acometidas de Donald Trump, manifestó la pasada semana su firme oposición hacia éste en el competitivo escenario de la carrera presidencial. Reynolds cuestionó duramente las deficiencias en la trayectoria y el temperamento de Trump y respaldó de manera oficial a su rival republicano, Ron DeSantis.
A su vez, Chris Sununu, gobernador republicano de New Hampshire, expresó públicamente su apoyo a otro candidato de la oposición no bien visto por Trump: Nikki Haley. Igualmente, un puñado de adinerados donantes republicanos, deseosos de apoyar un competidor capaz de arrebatarle la victoria a Trump, se han alineado tras Haley en recientes semanas.
A pesar de la fragmentación de las fuerzas Anti-Trump, los grupos conservadores más influyentes, que a principios de año proclamaron su objetivo de frenar a Trump, reconocen ahora que muchos de los ataques que han dirigido contra él no han resultado efectivos.
Estos sucesos de detrás del telón en la disputa republicana arrojan luz sobre cómo los republicanos que aspiran a impedir la nominación de Trump están buscando la forma de interrumpir su avance. Sin embargo, a meros dos meses de la primera contienda de nominación presidencial, votantes, donantes y grupos externos aún no han conseguido unirse en torno a un único candidato o a una estrategia de ataque contra el expresidente. Esta falta de cohesión subraya el inmenso desafío que el bloque Anti-Trump del partido afronta, con poco tiempo para alterar el rumbo de una contienda que muchos republicanos ya dan por prácticamente decidida.
En los últimos doce meses, numerosos estrategas defendieron que disminuir el número de competidores republicanos permitiría que un único contrincante ascendiera y consolidara el voto Anti-Trump. Sin embargo, en esta crítica etapa, Trump encabeza en consistencia las encuestas a nivel nacional, superando la media por entre 40 y 50 puntos. La renovada fortaleza ante el presidente Biden en estados clave, ha reforzado la percepción de que su nominación es inevitable.