El abogado tailandés contratado por la familia de Daniel Sancho ha realizado su primera visita a su cliente en la prisión de Koh Samui, ubicada en el sureste de Tailandia. El detenido, quien enfrenta cargos por el presunto asesinato premeditado del cirujano Edwin Arrieta, fue remitido a prisión preventiva tras declararse culpable ante un juez provincial.
La visita del letrado a la instalación penitenciaria marcó un hito en el proceso judicial que se desarrolla en torno a Sancho. El magistrado, tras una minuciosa reconstrucción del crimen junto al acusado en la isla de Koh Phangan, ordenó su traslado a la prisión de Koh Samui, a la cual se accede mediante un viaje en ferry de 40 minutos. Durante los próximos 10 días, Sancho permanecerá en aislamiento, cumpliendo estrictamente los protocolos de prevención del Covid-19 vigentes en el sistema penitenciario tailandés.
En virtud de estos protocolos, el acusado solo podrá recibir la visita de su abogado, a quien previamente había designado su familia. “Una vez concluido el período de aislamiento, Daniel podrá solicitar hasta 10 visitas de personas autorizadas en una lista“, informó el abogado tras mantener una extensa entrevista con Sancho. Los padres del acusado, por su parte, habrían pospuesto su viaje a Tailandia debido a las restricciones actuales que limitan el acceso a su hijo.
El abogado detalló que fue contactado por una firma legal con sede en Bangkok, la cual se mantiene en comunicación con la familia y reúne abogados españoles especializados para brindar asesoramiento en este caso específico en Koh Samui.
No obstante, la familia del español se enfrenta a la incertidumbre de los tiempos judiciales tailandeses. La emisión de la sentencia podría demorarse meses, e incluso llegar a un año, como ha ocurrido en anteriores ocasiones. Según Khun Anan, la Policía tiene un plazo de casi tres meses para concluir la investigación, tras lo cual el juez revisará todas las pruebas antes de dictar su fallo. El periodo de prisión provisional podría extenderse hasta seis meses, según afirmó el abogado, aunque estos plazos son indicativos y la justicia tailandesa tiene la facultad de ajustarlos.
“Colaboraré en todo lo que pueda”, expresó Sancho a EFE el lunes pasado. El hijo del reconocido actor Rodolfo Sancho enfrenta un proceso legal desafiante en un país con un sistema legal que contempla penas severas, incluida la pena capital, para casos de homicidio, aunque generalmente se conmuta por cadena perpetua. En otros escenarios, los culpables son sentenciados a un período de prisión de entre 15 y 20 años.
Tailandia ejecutó a su última persona en 2018. La estrategia de la defensa de Sancho involucra solicitar una posible extradición, un proceso complicado debido a la falta de acuerdos bilaterales en esta materia entre Tailandia y España. No obstante, si el acusado recibe una sentencia de cadena perpetua, podrá beneficiarse de un convenio establecido entre España y Tailandia en 1987. Este acuerdo permite a los condenados solicitar su traslado a España después de cumplir los primeros cuatro años de condena.
En caso de una condena, la posibilidad de que Sancho sea trasladado a la prisión de Klong Prem en Bangkok es alta. Allí compartiría celda con otros cuatro reclusos españoles, entre ellos Artur Segarra, conocido por su mediático caso en 2016. Segarra fue inicialmente condenado a muerte, aunque su pena se conmutó posteriormente a cadena perpetua por el asesinato premeditado y descuartizamiento de otro español, David Bernat.