Después de intensas reuniones marcadas por desencuentros en materia de política migratoria y de asilo, el gabinete encabezado por Mark Rutte ha caído en Holanda. La noche del viernes, las discusiones finalmente estallaron, dejando al país en la encrucijada de unas elecciones anticipadas.
En una conferencia de prensa, el primer ministro confirmó su dimisión y la de todo su gabinete, ya presentada al rey. Rutte reconoció que no había posibilidad de consenso sobre lo que, en su opinión, representa un gran problema social. “Las diferencias son insalvables”, admitió ante los medios esa misma noche.
“No era ningún secreto que teníamos diferentes posiciones sobre este tema”, declaró Rutte, defendiendo que todas las partes hicieron lo posible por salvar la alianza. Asimismo, negó que su partido hubiera elevado sus exigencias en los últimos días.
Rutte ha sido primer ministro de Holanda desde 2010 y lideraba su cuarto gabinete, el cual asumió en enero de 2022 tras arduas negociaciones postelectorales que duraron diez meses. El gobierno actual continuará de forma interina, y el primer ministro afirmó que tiene suficiente energía para seguir liderando el VVD, aunque aclaró que consultará con la dirección del partido sobre el camino a seguir.
En los próximos días se definirán los pasos a seguir en Holanda, aunque los plazos legales apuntan a que las elecciones se llevarán a cabo en noviembre, en principio.