La primera ministra de Francia, Elisabeth Borne, no se someterá a un voto de confianza de los diputados de la Asamblea Nacional para comenzar su mandato. Así lo ha confirmado el portavoz del Gobierno, Olivier Véran, tras el primer consejo de ministros del nuevo Gobierno francés, remodelado por el presidente Emmanuel Macron el pasado lunes. La izquierda, por su parte, ha anunciado su intención de presentar una moción de censura contra el Gobierno de Macron.
Sin una mayoría absoluta para la coalición presidencial, Ensemble!, tras haberla perdido en las pasadas elecciones legislativas, había un riesgo considerable de ver derrocado al gobierno. Así pues, tal y como ha anunciado Véran, la primera ministra presentará su discurso de política general precedido de un debate entre las distintas fuerzas políticas de la Asamblea Nacional el próximo miércoles, pero no buscará el voto de confianza. Solicitar la confianza de la Asamblea Nacional no es obligatorio, y Borne, tras la negativa del resto de grupos políticos para forjar un acuerdo de gobierno, anunció que trabajaría “texto por texto” con cada una de las fuerzas políticas representadas para lograr aprobar los proyectos de ley.
La respuesta de la oposición, que ya había expresado su voluntad para que la Primera Ministra se sometiese a un voto de confianza, no se ha hecho esperar. Los grupos que integran NUPES, la coalición de izquierdas en la Asamblea Nacional —La France insoumise (LFI), los ecologistas (EELV), los socialistas (PS) y los comunistas (PCF)— han confirmado hoy que firmarán, presentarán y votarán juntos una moción de censura contra el Gobierno. Manuel Bompard, diputado de La France insoumise, partido que lidera NUPES, ha expresado además su disconformidad con la decisión del partido presidencial, y ha declarado que “Es legítimo que los parlamentarios puedan votar durante el voto de confianza al final del discurso de política general”.
En ese sentido, Les Républicains (LR), fuerza política conservadora que también se halla en la oposición, ha anunciado que no unirán sus votos con los de la izquierda de cara a la moción de censura, puesto a que, tal y como ha anunciado la presidenta provisional de LR, Annie Genevard, la confianza del gobierno “está erosionada”, pero añade que su objetivo no es “el golpe político”.
La moción de censura es el medio principal con el que cuentan los diputados de la oposición para destituir un gobierno en ejercicio. Para que tenga éxito, debe reunir al menos 289 diputados, que es el equivalente a la mayoría absoluta, condición que NUPES no cumple por sí sola al tener 131 diputados. El portavoz del gobierno, Olivier Véran, ha anunciado que está convencido de que esta moción de censura no logrará prosperar. El voto de confianza, por otro lado, está previsto en el artículo 49 de la Constitución francesa y no es obligatorio, por lo que Véran expresó que con una mayoría relativa, podrían “trabajar en consulta y de manera constructiva con la oposición”.
Por su parte, Borne ha avanzado que el primer proyecto de ley que presentará ante la Asamblea Nacional será sobre el poder adquisitivo y tendrá el objetivo de mitigar el impacto de la escalada de la inflación, y anunciaron que tratarían también la emergencia sanitaria en un nuevo gobierno que Emmanuel Macron reconstituyó este lunes sin grandes cambios para encarar este segundo mandato en el que ya han aparecido las primeras dificultades.
Comments
Miguel
Que bien escribe esta muchacha.