Este domingo por la noche, el presidente francés Emmanuel Macron, su primera ministra Élisabeth Borne y otros siete ministros del Gobierno se reunieron de urgencia para tratar los graves disturbios desencadenados tras la muerte de un adolescente de 17 años llamado Nahel M., quien recibió un disparo de un policía en Nanterre el pasado martes.
La reunión, que no estaba prevista en la agenda presidencial, tuvo como objetivo obtener una “actualización de la situación”, según informaron fuentes del Elíseo citadas por medios franceses y recogidas por Europa Press.
El propósito de este encuentro era resaltar la “firmeza” y la unidad del Gobierno, rodeándose de siete ministros, ante la violencia desatada en las principales ciudades del país durante los últimos cinco días.
Entre los asistentes se encontraban el Ministro del Interior, Gérald Darmanin, y el Ministro de Justicia, Éric Dupont-Moretti. Macron ha realizado cambios en su agenda en los últimos días, como el aplazamiento de su viaje a Alemania, programado inicialmente para este domingo, pero que finalmente fue pospuesto para permanecer en Francia durante esta crisis.
Continúa el despliegue policial por un día más
Horas antes de esta reunión, el Ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, anunció que se mantendrá por tercer día consecutivo el dispositivo especial de seguridad que incluye el despliegue de 45.000 policías y gendarmes como respuesta a los disturbios.
Darmanin se reunió con altos funcionarios de su Ministerio, a quienes reiteró su llamado a la “firmeza” y solicitó nuevamente que se realicen detenciones lo más pronto posible.
Durante la madrugada del domingo, y por quinto día consecutivo, se registraron disturbios en ciudades francesas como París, Marsella y Lyon, con ataques, saqueos a comercios y quema de vehículos en las calles. Estos incidentes resultaron en más de 700 detenidos, cifra que superó los 1.000 en la noche anterior, según datos proporcionados por la Policía.