El frágil cese al fuego que permitió el intercambio de 105 rehenes, incluyendo 24 extranjeros, por 240 prisioneros palestinos en la Franja de Gaza, ha finalizado. En la mañana de este viernes, ambas partes reanudaron los combates tras siete días de tregua. Este reinicio de hostilidades ocurrió a pesar del llamado del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, instando a Israel a abstenerse de reanudar la ofensiva militar en la región.
El Ejército israelí anunció nuevos bombardeos apenas 30 minutos después de que el alto al fuego finalizara a las 07:00 horas locales (05:00 GMT). Acusaron a Hamás de violar los términos de la tregua al lanzar cohetes hacia Israel desde el territorio palestino, según informes de Associated Press. Sirenas antiaéreas sonaron en localidades israelíes cercanas a Gaza, como Sderot, Holit, Nir Itzhak y Nahal Oz, poco antes de las 6:00 hora local (4:00 GMT).
El gobierno de Israel declaró su compromiso con los objetivos de guerra, incluida la “eliminación total de Hamás”, tras la ruptura de la tregua con el grupo islamista, a pesar de la presión internacional para detener las hostilidades.
La oficina del primer ministro, Benjamín Netanyahu, citada por Efe, afirmó: “La organización terrorista Hamás-Estado Islámico violó el plan, no cumplió con su deber de liberar hoy a todas las mujeres secuestradas y lanzó cohetes contra los ciudadanos de Israel”.
Subrayaron la determinación del gobierno israelí: “Con el regreso a los combates, enfatizaremos que el gobierno israelí está comprometido a lograr los objetivos de la guerra: liberar a nuestros rehenes, eliminar a Hamás y garantizar que Gaza nunca más represente una amenaza para los residentes de Israel”.
Las fuerzas israelíes reanudaron los bombardeos en diversos puntos de Gaza, desde la ciudad de Gaza y Jabalia en el norte hasta Jan Yunis y Rafah en el extremo sur. Simultáneamente, los milicianos de Hamás enfrentaron a las fuerzas terrestres israelíes en la vía Salah Al Din, crucial para la evacuación de desplazados desde el norte al sur de Gaza.
Estados Unidos, principal aliado de Israel, había advertido previamente contra la reanudación de los combates a menos que se presentara un plan concreto para evitar pérdidas civiles masivas entre los gazatíes.
El portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, afirmó antes del fin de la tregua que estaban preparados para continuar la guerra en cualquier momento.
El conflicto, iniciado el 7 de octubre tras un ataque de Hamás que incluyó el lanzamiento de miles de cohetes hacia Israel y la infiltración de milicianos, ha dejado un saldo devastador. Más de 15.000 muertos, miles sepultados bajo escombros, y casi dos millones de desplazados que enfrentan una crisis humanitaria ante la escasez de recursos básicos.
La pausa en los combates, que comenzó el 24 de noviembre y se prorrogó con la mediación de Catar y Egipto, posibilitó la liberación de la mayoría de rehenes, en su mayoría mujeres y menores. No obstante, acordar nuevos intercambios de prisioneros adultos, muchos de ellos combatientes, se torna cada vez más complicado.