Creo que todos los españoles, podemos recordar la noche electoral de las elecciones de Cataluña de 2017, en las que Ciutadans e Inés Arrimadas, consiguieron una gran victoria, debilitando al independentismo.
Esa noche consiguieron 36 diputados en el Parlament, superando al tripartito, al PSC, e incluso al PP. No hace falta decir la gran fuerza que tenían las intervenciones de Arrimadas, en las que sacaban “los colores” al independentismo. Por toda su lucha contra el nacionalismo, recibió insultos y amanezadas, como una vez en la que le desearon una “violación por la manada”, através de Facebook, y que posteriormente fue denunciada.
Arrimadas siempre demostró en el Parlament su respeto, incluso en su última asistencia a la cámara autonómica, que tras finalizar su última intervención, pasó a dar la mano a los miembros del Govern.
Todavía se escucha “por qué Inés no se presentó a candidata a la presidencia de la Generalitat”, pues la respuesta es sencilla, solo hace falta hacer números. En el Parlament se eligen 135 diputados, Ciutadans contaba con 36. En caso de que el PP apoyara a Arrimadas, sumarían 40. Del PSC ni hablamos, desde el primer momento Sánchez insistió a Iceta a que votaran en contra.
Ciutadans siempre ha realizado una gran labor, creo que todos podemos recordar la mítica frase “toma tres TV3”, que fueron las primeras elecciones a las que se enfrentó Cs, en las que la televisión catalana les otorgaba 0 escaños.
Esa victoria, fue un antes y un después en Cataluña, sobre todo porque consiguieron ser el primer partido constitucionalista en superar el millón de votos.