El Gobierno de Canarias ha logrado estabilizar el devastador incendio forestal que asoló la isla de Tenerife, dejando un rastro de más de 14.700 hectáreas de terreno quemado y un perímetro de 90 kilómetros en doce municipios desde Fasnia hasta Los Realejos.
El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, declaró que la situación ha evolucionado positivamente, sin evacuados a excepción del área de Las Lagunetas en El Sauzal y la sección de Izaña perteneciente a La Orotava.
En este contexto, Clavijo advirtió sobre el continuo peligro debido a las altas temperaturas en la isla, lo que podría ocasionar “pequeñas reactivaciones” en las áreas afectadas. No obstante, aseguró que las autoridades cuentan con suficientes recursos terrestres y aéreos para intervenir con determinación y eficacia.
El mandatario instó a la población a mantener la prudencia durante el fin de semana, recordando que los trabajos de extinción se prolongarán durante varios días y semanas. Se espera que en ese lapso se logre una gestión definitiva, permitiendo la reducción del nivel de alerta a nivel 1, bajo la supervisión del Cabildo.
El mayor incendio en cuatro décadas
El incendio forestal en Tenerife ha representado una dura prueba para la isla, consumiendo un alarmante 29% de su masa arbórea. Aproximadamente 18 aeronaves han estado implicadas en los esfuerzos de extinción, con el enfoque puesto en áreas como Güímar, donde el fuego sigue activo.
El presidente Clavijo aplaudió la cooperación ciudadana con los servicios de emergencia y el acatamiento de las directrices técnicas. También agradeció al Gobierno central por el envío de medios aéreos y terrestres que contribuyeron a combatir la crisis.
Asimismo, Clavijo elogió el desempeño ejemplar de los equipos de extinción, especialmente resaltando a Pedro Martínez, líder del Servicio Forestal del Cabildo de Tenerife, y Monserrat Román, a cargo de Emergencias de la comunidad autónoma. Reconoció su compromiso excepcional al enfrentar la adversidad.
En relación a los daños ambientales y económicos, Clavijo anunció que pronto se iniciará una evaluación. A pesar de la declaración de “zona catastrófica”, que brindará ayuda a los afectados junto con posibles exenciones fiscales, señaló la importancia de asignar recursos presupuestarios para asegurar una recuperación integral.
Rosa Dávila, presidenta del Cabildo, enfatizó la magnitud del desafío, reconociendo la complejidad del incendio, que requirió nueve días para ser estabilizado. Subrayó que el suceso será objeto de un análisis prolongado debido a su gravedad.
Dávila informó que aunque el incendio no está controlado por completo y se prevén reactivaciones en “puntos calientes”, se han implementado medidas de flexibilización, como la reapertura de accesos al Teide desde el sur, el parador y el teleférico. Sin embargo, se mantienen cerradas las rutas hacia Los Loros, La Orotava y La Esperanza.
Una reducción gradual de personal y recursos aéreos está en marcha, con aproximadamente 200 efectivos desplegados para el viernes. A partir de entonces, los dos hidroaviones y un avión de carga de tierra ya no estarán en servicio.
Pedro Martínez declaró que el incendio ha dejado de expandirse, aunque reconoció la posibilidad de que los límites sean superados ocasionalmente, en particular en barrancos y lomos. A medida que la fase de emergencia se desvanece, se considera la necesidad de ajustar los horarios del personal, que ha trabajado sin descanso debido a la urgencia de la situación.
Martínez destacó el papel del monteverde en reducir la intensidad del fuego cuando avanzaba desde las zonas de pinar. Monserrat Román señaló que, a lo largo de los nueve días de emergencia, se evacuaron alrededor de 13.000 personas y más de 400 animales de compañía. En la actualidad, no hay evacuados ni albergues temporales.
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