Los equipos de extinción continúan trabajando este domingo para tratar de sofocar el incendio forestal de Boiro (A Coruña), que ya ha arrasado más de 2.200 hectáreas, y el de Santa Cruz del Valle (Ávila), que ha calcinado más de 500 y sigue extendiéndose en esta zona especialmente sensible desde el punto de vista medioambiental. El último balance de la Xunta eleva a más de dos mil las hectáreas quemadas por el incendio de Cures, en Boiro, pero también hay noticias positivas dentro de la catástrofe: la evolución es buena, especifica la fuente.
Se mantiene en la zona el nivel dos, una medida preventiva decretada por la proximidad de las llamas a las casas, y en algunos ayuntamientos colindantes, como los de Ribeira, han tenido que ser desalojados 700 personas de un camping y en A Pobra dos alojamientos rurales. Otro de los fuegos que ha crecido en extensión quemada es el de Xustáns, en Ponte Caldelas, que ha pasado a 380, pero el incendio también evoluciona favorablemente y permanece el nivel de alerta dos por cercanía a núcleos habitados.
El incendio de Verín (Ourense), que ha arrasado con 600 hectáreas, sigue estabilizado, y también en esa provincia está controlado el de O Pereiro, en A Mezquita, que ha quemado 150. También en Pontevedra ha quedado estabilizado el de Saiar, en Caldas de Reis (450 hectáreas), y en Arbo continúan controlados los de Mourentán (400) y Barcela (82). El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha asegurado este domingo en la localidad pontevedresa de Cambados que el grueso de los incendios forestales que se registran en España “mayoritariamente tienen una causa”, que no es otra que la existencia de “personas desalmadas que prenden fuego”.
“En distintos focos”, ha proseguido; normalmente, por la noche, cuando los medios aéreos no pueden trabajar y con interés de producir “una catástrofe medioambiental” y, a veces, incluso, de poner en riesgo patrimonios, haciendas, casas y, en suma, “nuestra forma de vivir”. Mientras tanto, en el municipio abulense de Santa Cruz del Valle, se halla en el nivel 2 el incendio declarado el pasado viernes y que por el momento se encuentra alejado de los pueblos de la zona, aunque desde los cascos urbanos la perspectiva es diferente.
Una veintena de medios aéreos, de distintas comunidades, han comenzado a trabajar este domingo después de una noche con numerosos medios terrestres “de intenso trabajo”, en la que el fuego ha seguido extendiéndose. Los efectivos han estado trabajando para tratar de “asegurar el perímetro”. Después de casi tres días de intenso trabajo, este domingo se han incorporado más medios al amplio operativo que trabaja en la zona (más de 400 efectivos) con elevadas temperaturas y frente a una complicada orografía que están dificultando su extinción.
En las primeras horas del día ha empezado a reproducirse el fuego por bastantes zonas, en algunas con bastante virulencia, pero en principio, según el director técnico de extinción, Ángel Iglesias, el perímetro “avanza despacio”. Los frentes de llama, que tenían más o menos estabilizados, han vuelto a reproducirse con bastante virulencia en muchas zonas, ayudados, entre otras cuestiones, por la gran cantidad de combustible acumulado, un monte muy cuajado de árboles -fundamentalmente pinos-, matorral y vegetación muy seca, fruto del intenso calor de este verano.
Para la Junta existen “indicios de intencionalidad” en el origen del incendio. El alcalde de Santa Cruz del Valle, Enrique Rodríguez, ha dicho a Efe que el fuego ha sido “intencionado, con mayúsculas”. En estos días de intenso trabajo, dos integrantes del operativo han sufrido golpes de calor y un miembro de la brigada del puerto El Pico ha sufrido un esguince de rodilla. En lo que va de verano, la provincia de Ávila ha sufrido varios incendios, entre los que sobresale el de Cebreros, que arrasó más de 4.200 hectáreas, junto al de San Juan de la Nava, en el que ardieron más de 500.