La Consellería do Medio Rural ha informado de que la superficie calcinada en el incendio declarado el jueves en la parroquia de Cures, en la localidad coruñesa de Boiro, asciende a 1.750 hectáreas y se mantiene la alerta por proximidad del fuego al núcleo de Piñeiro. Unas 700 personas han tenido que ser desalojadas en la localidad coruñesa de Ribeira.
Asimismo, también ha notificado que las hectáreas quemadas en el fuego de la parroquia de Xuntáns, en Ponte Caldelas —en el que también está decretada la ‘Situación 2’ por proximidad del fuego a las casas en el núcleo de A Canicouva—, alcanzan ya las 300.
Por otra parte, ha dado por estabilizado el incendio iniciado el pasado miércoles en la localidad ourensana de Verín que, según las últimas estimaciones, ha calcinado unas 600 hectáreas. A mayores de los de Boiro y Ponte Caldelas. Además, se mantienen controlados los de Arbo (Pontevedra) —parroquia de Mourentán y Barcela— y el de la parroquia de Pereiro, en el municipio ourensano de A Mezquita. El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha acudido este sábado al Centro de Coordinación Central de Incendios, situado en Santiago de Compostela, para seguir las labores de extinción de los incendios que siguen activos en Galicia que, en estos momentos, según los últimos datos de la Consellería do Medio Rural, son siete.
En una publicación en Twitter, Rueda ha trasladado su apoyo a las personas que sufren los incendios y a los profesionales que los combaten. En total, los incendios forestales de esta última semana en Galicia han calcinado ya más de 3.500 hectáreas.
Caldas de Reis
Además, continúa la preocupación por el incendio declarado en la parroquia de Saiar, en el municipio de Caldas de Reis, y que afecta también a Vilagarcía de Arousa. Pese a todo, la administración autonómica ha asegurado que “evoluciona favorablemente” y ha desactivado la ‘Situación 2’ por proximidad de las llamas al núcleo de A Porteliña. Por el momento, la superficie afectada estimada es de 450 hectáreas. También en la provincia de Pontevedra, se ha registrado un fuego en Ponte Caldelas, sobre las 19,52 horas de este viernes, que ha calcinado ya unas 150 hectáreas y por el que la Xunta ha activado como medida preventiva la alerta por proximidad del fuego al núcleo de Canicouva, en el ayuntamiento de Pontevedra.
Por otra parte, los incendios de Arbo permanecen controlados. En concreto, la Xunta ha dado por controlado el de la parroquia de Mourentán a las 23,00 horas, con una superficie afectada de 400 hectáreas. Mientras, el de Barcela, que entró desde Portugal, ha calcinado unas 82 hectáreas.