La candidata del PP a la Presidencia de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ha cambiado de postura sobre Vox y ha enviado una carta a los afiliados del partido en la que les comunica que es “imprescindible” el “respeto, el diálogo y el acuerdo programático” con la formación de ultraderecha. Esta decisión se produce después de que el pasado 20 de junio, el PP y Vox no lograran un pacto para formar un gobierno alternativo al del PSOE y dejaran escapar la presidencia de la Asamblea regional.
Guardiola ha aplazado hasta nueva fecha la reunión de la Junta Directiva Autonómica y el Comité Ejecutivo Regional del PP que estaba prevista para mañana martes, con el fin de “evitar interpretaciones malintencionadas o distracciones que nos aparten del camino” hacia el cambio político en Extremadura. La líder popular ha asegurado que está ante una “oportunidad histórica” y que no renunciará a su objetivo de conformar “el mejor gobierno para Extremadura y para España”.
La candidata del PP ha reconocido que para lograr ese objetivo es necesario contar con el apoyo de Vox, con quien comparte la “prioridad” de “pasar página a las políticas socialistas” que han gobernado la región durante 36 años. “Soy muy consciente de que también es imprescindible el respeto, el diálogo y el acuerdo programático con la formación Vox en Extremadura”, ha afirmado Guardiola en su carta.
El cambio de actitud de Guardiola hacia Vox se produce después de que su asesor y gurú político, Santiago Martínez Vares, dimitiera tras filtrarse unos audios en los que arremetía contra el presidente de Vox, Santiago Abascal, y su partido. En las grabaciones, Martínez Vares se mostraba dispuesto a “acabar” con Vox y aseguraba que iba a “por él (Abascal). No tengo otra obsesión en la vida”.
El PSOE, por su parte, ha criticado el giro de Guardiola y le ha preguntado si Vox ya no es “racista, homófobo y machista”, como ella misma había calificado al partido de Abascal durante la campaña electoral. La portavoz socialista, Isabel Gil Rosiña, ha considerado que la presidenta del PP “tira a la basura” los derechos de las personas, la decencia y la coherencia política al abrirse a pactar con Vox.