La negociación entre el Partido Popular y Vox para formar un gobierno de cambio en Extremadura ha entrado en un punto muerto a solo un día de la constitución de la Asamblea regional. La presidenta del PP extremeño, María Guardiola, ha ofrecido a Vox la presidencia del parlamento autonómico y un acuerdo programático de 15 puntos, pero ha rechazado cederle ninguna consejería al partido de Santiago Abascal . Vox, por su parte, ha rechazado esta propuesta y ha exigido entrar en el ejecutivo regional para «vigilar los acuerdos».
El resultado de las elecciones autonómicas del pasado 28 de mayo dejó un empate a 17 escaños entre el PSOE y el PP, por lo que los cinco diputados de Vox se convirtieron en la llave para desbloquear la situación. El candidato socialista y presidente en funciones, Guillermo Fernández Vara, anunció que presentaría su candidatura a la investidura aunque no sumara con Podemos, que obtuvo tres escaños. Sin embargo, el PP confiaba en alcanzar un pacto con Vox para arrebatarle el gobierno al PSOE después de 16 años.
La primera reunión entre Guardiola y el candidato electo de Vox, Ángel Pelayo Moreno, tuvo lugar el pasado jueves y se saldó sin avances. El PP planteó un acuerdo programático basado en los «principios constitucionales» y en las «necesidades» de Extremadura, mientras que Vox reclamó entrar en el gobierno para garantizar el cumplimiento del pacto. La segunda reunión se celebró este lunes por la mañana y tampoco fructificó. Guardiola subió la apuesta y ofreció a Vox la presidencia de la Asamblea a cambio de «libertad para la confección del gobierno», pero Moreno rechazó la oferta y mantuvo su exigencia de participar en el ejecutivo .
Ante este escenario, el PP ha lamentado que Vox «impida un gobierno de cambio» en Extremadura y ha confiado en que «recapacite» antes de la constitución de la Asamblea este martes. «No damos por cerrada la negociación», han señalado fuentes ‘populares’, conscientes de que si no hay acuerdo antes del pleno, el PSOE podría hacerse con la presidencia del parlamento y marcar los tiempos de la investidura. Vox, por su parte, ha acusado al PP de «falta de voluntad política» y ha advertido de que no renunciará a sus «líneas rojas» para apoyar un gobierno que defienda «la unidad de España, la libertad educativa y la bajada de impuestos».
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