El presidente de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonés, ha defendido en la patronal francesa, la organización de un referéndum de independencia acordado junto al Gobierno. El presidente catalán participó en un debate sobre movimientos autonomistas e independentistas en Europa ante la universidad de verano del MEDEF.
“Nuestra propuesta es organizar un referéndum sobre la independencia“, refrendó Aragonès. “Queremos hacerla realidad de manera negociada. No fue posible hace unos años y ahora queremos que se haga realidad con el diálogo (con el Gobierno) que mantenemos ahora mismo”, destaca el presidente de Cataluña, dejando abierta la puerta a la celebración de otro referéndum de independencia, aunque esta vez autorizado por el Gobierno.
Además, también reivindicó los valores europeístas del independentismo y su posible contribución a Europa, como el proyecto del gasoducto del MidCat que ahora se negocia con Francia. En esos valores, no se incluye que si finalmente Cataluña se independiza, no estaría dentro de la UE.
Aragonés quiso mostrar el mejor rostro del independentismo, aunque como hacen normalmente, haciéndose la víctima del “Estado opresor”. “La diferencia con Cataluña es que se beneficia de un estatuto de autonomía con muchas competencias y aquellos territorios franceses que aspiran a más autonomía se encuentran en una situación muy distinta”, destacó el líder al frente del consejo regional de la isla del Mediterráneo, donde el movimiento independentista ha fraguado su hegemonía.
Por su parte, el exprimer ministro francés, Bernard Cazeneuve, dejó claro que “desde mi punto de vista solo hay un pueblo, es el pueblo francés“. El ex dirigente socialista también reivindicó las “hostilidades” con que la Unión Europea acogería la independencia de un territorio de uno de sus países miembros. “En los textos de la UE, hay una gran desconfianza con todo aquello que podría fragmentar Europa y alejarla del camino de la paz”, haciendo referencia a que en el caso de la independencia, la UE trataría de “imponer trabas” para que entrasen en la comunidad.
Además, Aragonés asumió que “no piden a Europa que solucionen los problemas de Cataluña”, aunque dejó claro su apuesta por la mesa de diálogo para encontrar “una solución” al proceso de independencia. Las declaraciones iban dirigidas a las élites francesas, pero reafirman la predilección del presidente catalán por el referéndum que se habría acordado junto al Gobierno y la mesa de diálogo ante las habituales previsiones declarativas de sus socios.