En unas elecciones generales trascendentales para Cataluña, el Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC) ha logrado un impresionante resurgimiento al convertirse en la fuerza más votada después de 15 años. Los resultados sorprenden con una derrota de los partidos independentistas y una alta abstención en áreas de tradición identitaria, impulsando a los socialistas catalanes a obtener 19 diputados. Sumar (7), ERC (7), Junts (7), PP (6) y Vox (2) le siguen en la contienda, mientras que la CUP queda relegada como formación extraparlamentaria al perder los dos diputados que había logrado en la última legislatura.
La candidatura liderada por Meritxell Batet se ha impuesto en las principales ciudades del área metropolitana de Barcelona. En un claro giro con respecto a los comicios municipales pasados, los socialistas han conquistado la ciudad de Badalona con una contundente victoria al obtener 38.674 votos (40,59%) con el 96,58% del escrutinio completado. Los populares, que habían conseguido la mayoría absoluta en mayo bajo la dirección de Xavier García Albiol, han quedado en segundo lugar con tan solo 15.773 votos.
La participación en estas elecciones ha sido inferior a la de noviembre de 2019, disminuyendo del 69,72% al 63,72%, lo que representa un descenso de seis puntos en la movilización ciudadana. ERC ha sido el partido más afectado por esta coyuntura, pasando de 13 a siete escaños en comparación con los resultados de 2019, cuando consiguió liderar la votación.
El PSC también ha triunfado en la ciudad de Girona, a pesar de los esfuerzos conjuntos de Junts, ERC y la CUP para formar un pacto de gobierno en el ayuntamiento y alejar a los socialistas del ejecutivo municipal. Con un 29,25% de los sufragios, el PSC se ha impuesto nuevamente, seguido por Junts con un 19,08%, ERC con un 11,88% y Sumar-En Comú Podem con un 11,49%.
En el resto de los resultados, el PP ha logrado recuperarse obteniendo seis escaños, mejorando considerablemente frente a los resultados de 2019, cuando solo obtuvo dos diputados. La candidatura liderada por Nacho Martín Blanco ha conseguido cuatro escaños más, quedando casi a la par con ERC y Junts. Por su parte, Vox, que había logrado el sorpasso al PP en el Parlament, ha quedado relegado en estas elecciones como última fuerza en la región, con solo dos escaños.
En definitiva, los partidos no nacionalistas han logrado imponerse en votos y escaños, alcanzando un total de 34 diputados, frente a unos partidos independentistas que solo consiguen 14 de los 48 diputados asignados a esta demarcación.