El Parlamento catalán ha rechazado este miércoles el proyecto de ley del Plan estadístico de Cataluña 2023-2028, la primera iniciativa que el Govern en solitario de ERC ha llevado al pleno tras la salida de Junts del Ejecutivo catalán.
El proyecto de ley ha recibido el voto en contra de PSC, ‘comuns’, Cs, Vox y PP, la abstención de Junts y la CUP y solo el voto a favor de ERC. El dictamen de la comisión de Economía y Hacienda del Parlament para esta ley, el mismo que se ha votado en el pleno, fue aprobado la semana pasada por todos los grupos salvo Vox y ninguno ha planteado enmiendas al proyecto de ley, que en su día presentó el exconsejero de Economía y Hacienda Jaume Giró.
Es el séptimo plan de estadística que tramita el Parlament e iba a tener por primera vez una vigencia de seis años –hasta ahora se aprobaban por cuatro años–, con la finalidad de potenciar el papel y la calidad estadística oficial.
Pretendía convertir el Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat) en un nodo de información e investigación científica, atribuía al organismo el diseño de estándares en las operaciones de estadística oficial de Cataluña y permitía a los órganos estadísticos acceder a archivos administrativos y tributarios.
Debate marcado por la situación política
El socialista Jordi Riba ha asegurado que entidades y agentes sociales han trasladado a los socialistas dudas sobre este plan porque han detectado “carencias de los datos estadísticos, especialmente en lo referente a la dimensión social”, y ha pedido que se cubran y mejoren estas carencias, según él.
Joan Canadell (Junts) ha asegurado que técnicamente su grupo apoya la ley, pero que no han votado a favor ya que creen que el Govern de ERC en solitario no la aplicará desde una visión de Estado porque, según él, no prioriza la independencia: “El presidente ha incumplido su acuerdo de investidura y nos ha engañado, también a nosotros como diputados”.
Desde Vox, Andrés Bello ha sostenido que existen duplicidades en el ámbito estadístico, algo que ha achacado a la “obsesión de crear estructuras de Estado, creando cuantos organismos sean necesarios para dar la apariencia de que Cataluña es un Estado”, lo que ha garantizado que nunca ocurrirá.
La portavoz de la CUP en el Parlament, Eulàlia Reguant, ha calificado este proyecto de ley de poco ambicioso y por eso su grupo se ha abstenido, y ha negado que sea una ley técnica, porque “no hay ninguna ley que sea técnica, hay intencionalidades políticas detrás“.
Joan García (Cs) ha afirmado que la ley tiene carencias, porque considera que faltarán datos del ámbito social y el empresarial y económico, y también ha explicado que Cs votarán en contra por esas carencias y no como otros grupos que “han dicho que votarían según el contexto”, en referencia a Junts.
Desde los ‘comuns’, Joan Carles Gallego ha sostenido que nadie cuestiona que hay que actualizar el plan estadístico de Cataluña, pero ha advertido de que la situación política con el Govern en solitario influye en el debate y en su voto: “33 no es 80”, ha avisado, en referencia a los diputados de ERC y la alusión del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, a los consensos del 80%.
Por su parte, el republicano Lluís Salvadó ha asegurado que la votación de esta ley “roza el surrealismo”, en referencia velada a Junts, y ha destacado que este proyecto cuenta con un texto impecable, a su juicio, ya que no ha contado con ninguna enmienda de los grupos parlamentarios.