Jaume Collboni (PSC) ha sido investido este sábado como alcalde de Barcelona con el apoyo inesperado de los votos del PP y de BComú, la formación de la exalcaldesa Ada Colau, que ha renunciado a entrar en el gobierno municipal y ha pasado a la oposición. Con esta alianza, Collboni ha logrado arrebatar la alcaldía a Junts per Catalunya, el partido de Carles Puigdemont y Xavier Trias, que había ganado las elecciones del 28 de mayo con el 23% de los votos y 11 concejales, seguido por el PSC con el 22% y 10 ediles.
Collboni, que recupera la alcaldía para el PSC después de 12 años, ha prometido gobernar para todos los barceloneses y barcelonesas con un proyecto “progresista, socialista y federalista” que ponga fin a la “polarización” y al “enfrentamiento” que ha marcado la política catalana en los últimos años. El nuevo alcalde ha tendido la mano al resto de fuerzas políticas para alcanzar acuerdos puntuales en temas clave para la ciudad, como la reactivación económica, la lucha contra la desigualdad, la mejora de la movilidad, la seguridad o el medio ambiente.
El PP y BComú han justificado su apoyo a Collboni como una forma de evitar que Barcelona cayera en manos del independentismo y de garantizar un gobierno “estable” y “sensato” para la capital catalana. Ambos partidos han negado haber pactado nada a cambio con el PSC y han asegurado que fiscalizarán su gestión desde la oposición. El PP ha destacado además que su voto ha servido para impedir que Colau repitiera como alcaldesa o entrara en el Gobierno municipal.
Por su parte, Junts per Catalunya ha lamentado que se haya frustrado la posibilidad de formar un gobierno independentista junto con ERC, que había obtenido 5 concejales y el 11,2% de los votos. El candidato de Junts, Xavier Trias, ha acusado al PSC de haberse aliado con “la derecha” y con “los herederos del franquismo” para impedir que Barcelona fuera “la capital de la república catalana”. Trias ha anunciado que liderará una oposición “firme” y “constructiva” desde el independentismo.
ERC, por su parte, ha criticado tanto al PSC como a BComú por haber facilitado la investidura de Collboni con los votos del PP. El candidato republicano, Ernest Maragall, ha calificado el pacto de “vergüenza histórica” y ha advertido de que tendrá consecuencias en el ámbito catalán y español. Maragall ha afirmado que ERC seguirá defendiendo un proyecto “republicano, social y ecologista” para Barcelona desde la oposición.
Gobierno en minoría
El nuevo alcalde de la ciudad, tendrá un Gobierno municipal en minoría, por lo que requerirá de la oposición para sacar adelante sus políticas. “Hemos hablado con todos los grupos, como es nuestro deber“, ha querido afirmar Collboni en su discurso tras su investidura.
La alcaldesa saliente, Ada Colau, ha tendido la mano al socialista para seguir haciendo “políticas de izquierdas y feministas” e impedir que la “extrema derecha” –como se ha referido Colau–, tenga una voz propia en el consistorio. En su referencia a Vox, que ha conseguido dos concejales, y que no ha retirado su candidatura, ha lamentado que la ciudad continúe gobernada por la inseguridad y los nacionalistas.
Vox a menos de mil votos del tecer concejal
Vox se ha quedado a tan solo mil votos de conseguir un tercer regidor y que se lo arrebataría al PSC, que actualmente tiene 10. La formación presidida por Santiago Abascal, recurrió ante la Junta Electoral ya que anularon cerca de 6.000 votos por un “error de logotipo”.
El partido presentó un segundo recurso a la JEC tras la desestimación del primero, aunque finalmente no presenetó denuncia en los tribunales, que habría retrasado la constitución del consistorio hasta la resolución final.
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