El pacto entre ERC y PSC para las diputaciones de Lleida y Tarragona se ha hecho oficial este martes, después de varias semanas de negociaciones tras las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo. Según han anunciado ambas formaciones en sendos comunicados conjuntos, los republicanos se harán con la presidencia de ambas instituciones con el apoyo de los socialistas, que a cambio obtendrán una representación proporcional en los órganos de gobierno y en las áreas de gestión.
El acuerdo supone un giro en el mapa político catalán, ya que deja fuera del poder a Junts per Catalunya, la fuerza más votada en Lleida y la segunda en Tarragona. Los posconvergentes habían ofrecido a ERC repartirse las presidencias de las dos diputaciones durante dos años cada uno, pero los republicanos rechazaron la propuesta y optaron por aliarse con el PSC, con quien comparten el gobierno de la Generalitat.
El pacto entre ERC y PSC también tiene repercusiones en la capital catalana, donde Ada Colau ha propuesto este mismo martes compartir la alcaldía con Ernest Maragall (ERC) y Jaume Collboni (PSC) durante dos años cada uno. Sin embargo, tanto los republicanos como los socialistas han descartado esta opción y han mantenido sus respectivas candidaturas a la investidura, que se celebrará el próximo sábado.
Los argumentos de ERC y PSC para justificar su acuerdo en las diputaciones han sido similares: garantizar la estabilidad institucional, impulsar políticas progresistas y sociales, y favorecer la cooperación entre administraciones. Ambas formaciones han destacado que el pacto se basa en el respeto mutuo y en el reconocimiento de la pluralidad política de Cataluña.
