Tras el debate de Canal Sur, sólo podemos sacar dos reflexiones: o elegimos el populismo y el extremismo, o votamos por ‘el Gobierno del cambio’, es decir, por Ciudadanos.
Moreno, que en este debate, ha estado más tenso que en el anterior debate. El candidato de los populares recibió tanto de derechas como de izquierdas, casi como una carrera de relevos. Primero de Vox, luego del PSOE y Por Andalucía, y de nuevo por Vox.
Se puedo ver un cierto nerviosismo cuando Olona le aseguró que aunque se quede a un diputado de la absoluta, no le saldría gratis, y Vox tendría que entrar en el Gobierno andaluz. Antes, le perdonó las calificaciones hacia su formación que viene escuchando durante la campaña electoral. En el aire voló la posibilidad del pacto PP–Vox, aunque Moreno rehusó aceptar.
Moreno reprochó desde el primer momento la incoherencia de Olona al querer entrar en el Gobierno andaluz, “en el que no cree”. En ese momento, el candidato socialista, Juan Espadas, vio “una declaración de amor”. “Hay que para a la extrema derecha”. Por su parte, el candidato de Ciudadanos, Juan Marín, abogó por los logros de la coalición mantenida durante la legislatura entre el PP y Cs. “Ya se reparten los sillones”, manifestó Marín, algo con lo que nadie puede ‘jugar’ hasta el próximo domingo. Olona insistió en que si Vox quedara por delante del PP, si estaría dispuesto Moreno a “ser su vicepresidente”. “Eso es un delirio”, le contestó Moreno Bonilla.
Espadas comenzó con una mayor contundencia con respecto a la semana pasada. Empezó con la defensa de los trabajadores públicos, que se encontraban a las puertas de Canal Sur. El candidato socialista no reconocía la mayor parte de los fondos sanitarios, procedían del Gobierno de España. Acusó al PP de querer eliminar la gratuidad de las matricular universitarias, por lo que Moreno tuvo que salir en su defensa para negarlo. “Se le está poniendo toda la cara de la señora Susana Díaz”, le criticó Inmaculada Nieto (Por Andalucía).
El apellido ‘Sánchez’, resonó en el plató varias ocasiones. En el caso de Moreno, nombró el “legado de Andalucía” del anterior gobierno. “Sólo el PP andaluz y Teresa Rodríguez pueden actuar con libertad“, sin tener tutela en su partido nacional, defendió Moreno.
Según los expertos, los debates no sirven apenas para convencer a una gran mayoría de los electores. En Andalucía, un total de 6,6 millones, de los que un 18% dicen que no saben qué papeleta elegir el próximo domingo – según el CIS -, hasta una décima puede valer un escaño.
Ahora sólo queda conocer quién será el próximo presidente de la Junta de Andalucía, que gobernará en una región tan importante como es Andalucía durante los próximo 4 años.